El padre Román M.V.C., el único procesado en el llamado caso Romanones sobre abusos sexuales presuntamente cometidos por sacerdotes en Granada, negó ayer haber abusado sexualmente del denunciante de los hechos cuando éste era menor de edad y afirma que nunca se "exhibió desnudo" ante él, por el que sentía "el amor fraterno" de un sacerdote que "acoge" a las personas que acuden a su parroquia.

El Juzgado de Instrucción número 4 de Granada acogió ayer la declaración indagatoria del padre Román como paso previo antes de dar por concluido el sumario y remitir el expediente a la Audiencia Provincial de Granada, que será la encargada de dictar la apertura de juicio oral. El padre Román manifestó su disconformidad con el auto que le procesa por un delito de abuso sexual continuado con prevalimiento, castigado con pena de prisión de cuatro a diez años, y sostiene que lo que sentía por el denunciante era "el amor fraterno".

El cura negó que mantuviera habitualmente conversaciones sobre sexualidad de "manera abierta" con el denunciante, salvo algún comentario acerca de alguna noticia concreta, y negó que se haya exhibido desnudo ante él. De hecho, señaló que "no da explicación alguna" a la denuncia presentada por el joven, "salvo que haya algún interés económico".