No sólo los adultos pueden estar tutelados por la Xunta. La Administración autonómica también se hace cargo cada año de la tutela de cientos de menores ante la grave situación de riesgo o desamparo que viven en sus hogares. Hasta finales del pasado mes de agosto, un total de 1.485 menores se encontraban bajo la tutela de la Xunta. Se trata, según indican desde la Consellería de Benestar, de niños que carecen de la "necesaria asistencia moral y material" por parte de sus familias ya que quienes están obligados a encargarse de su cuidado "o no lo hacen o lo hacen de forma indebida".

Desde la Xunta diferencian entre menores que se encuentran en desamparo y en situación "de riesgo". Los primeros serían aquellos que "sufren maltrato físico o psíquico, abuso sexual, abandono o inducción a la mendicidad o la delincuencia, entre otros". En situación de "riesgo" se encontrarían los menores que pese a que en su hogar no se ven privados de la "necesaria asistencia moral o material", sí se ven afectado por cualquier circunstancia "que perjudica a su desarrollo personal, familiar, social o educativo, que permite temer en el futuro puede llegar a una situación de desamparo".

Unas y otras situaciones llevan a que los padres pierdan la guarda y custodia de sus hijos. El objetivo final de la Xunta es que los niños tutelados puedan regresar en algún momento con su familia y por ello, se trabaja con los padres para intentar solucionar la situación que les llevó a perder la tutela mientras se prima que los niños estén en una familia de acogida antes que en centros.