Desde el pasado 1 de enero, las tres dosis necesarias para prevenir el virus del papiloma humano pasaron a ser dos y el Sergas comenzó a vacunar a las menores a partir de los 12 años y no de los 14, como estaba fijado anteriormente. "Esta vacuna protege contra toda la patología relacionada con este virus que se sabe que siempre está implicado con el cáncer de cuello de útero y ahora ya se le atribuye un papel fundamental con otro tipo de cánceres, como el genital, el anal? todo lo relacionado con la actividad sexual. Dado que el inicio de las relaciones sexuales a veces es anterior a los 14 años, se ha visto que es más protectora si se pone a los 12", explica la presidenta de la Asociación Gallega de Pediatría de Atención Primaria, Teresa Valls, quien apunta además a que se está planteando vacunar también a los varones "para acelerar el impacto de salud pública y proteger al varón también", aunque todavía no está aprobado.

Según la consellería de Sanidade, una de cada cuatro adolescentes gallegas de 14 años no recibió en 2014 las tres vacunas contra el virus del papiloma, por lo que los pediatras aconsejan "recaptar" a estas menores para que se vacunen por completo y abogan por inmunizar a mujeres de más edad, como los 45 años.