Ni se dan las condiciones ni hay un consenso entre los expertos para que se fije por ley la separación de bienes en las bodas y, por esta razón, según la Xunta, se ha aparcado la reforma de la norma de Derecho Civil. Sin embargo, el vicepresidente Alfonso Rueda aclaró ayer que el Gobierno gallego "no renuncia" a esta modificación normativa y advirtió que en un futuro está dispuesto a retomar el proyecto "si se dan las condiciones jurídicas o si hay más unanimidad".

La reforma de la Lei de Derecho Civil estuvo cinco años sobre la mesa, sufrió parones y se volvió a reactivar. Pero finalmente la Xunta decidió volver a guardarla en el cajón. Una comisión de expertos estaba encargada de tramitar la reforma. Entre sus cambios más importantes se incluía la custodia compartida de los hijos en caso de divorcio, un asunto que podía invadir competencias estatales y que, por eso, se descartó. La otra gran novedad de esta reforma consistía en fijar por ley que en los matrimonios se aplicase de forma automática la separación de bienes, sin necesidad de firmar un documento previo. Pero este cambio también quedó en el tintero porque, según los expertos, no se ajusta a la "idiosincrasia" de los gallegos.

Otra de las materias en las que pretendía introducir cambios la nueva Lei de Dereito Civil era la referente al reparto de la herencia y la llamada legítima. Los expertos renunciaron modificar este aspecto y optaron por "hacer una lectura positiva de los cambios que ya se hicieron en la norma de 2006".

De esta manera, la reforma de la Lei de Derecho Civil queda desactivada. La Xunta dejó claro que lo hacen siguiendo las recomendaciones de los expertos. Rueda recordó que "en su momento se planteó esa reforma" pero que la "opinión mayoritaria" del comité asesor es que los cambios "no son procedentes en este momento". Según apuntó, los propios expertos apelan a la "tradición de derecho civil" de Galicia y a la "forma de pensar" de la sociedad gallega, para desaconsejar esa reforma. Además, reconoció, "también influye la cuestión de inconstitucionalidad planteada por el TSXG", por lo que la Xunta prefiere "esperar a que se clarifique ese panorama".

El Tribunal Superior de Xustiza de Galicia (TSXG) recurrió la Lei de Dereito Civil de Galicia de 2006 por su regulación de las uniones de parejas de hecho, otro de los motivos que ha pesado a la hora de aparcar su reforma.

En todo caso, Rueda matizó que el Gobierno gallego "no renuncia" a implementar esa reforma, si los expertos consideran en un momento determinado que se dan las "condiciones jurídicas" o si hay "más unanimidad". "Nosotros lo planteamos porque pensamos que la sociedad gallega ha evolucionado, pero ellos (esos expertos) decían que la sociedad no estaba, no sé si preparada es la palabra, pero que no se adaptaría a esos cambios", explicó el vicepresidente. "Por tanto, no tendría sentido hacer algo en contra de su criterio", alega.