La repercusión de esta situación ya se está empezando a notar también en Galicia. "Nos encontramos con que muchos de los autores mayores a los que habitualmente ofrecíamos impartir talleres de creación literaria se están negando porque tienen miedo a las repercusiones", apunta Cesáreo Sánchez, presidente de la Asociación de Escritores en Lingua Galega (AELG). Sánchez aseguraba sentirse muy sorprendido por algunos de los casos "especialmente crueles" que contaron ayer al representante del Congreso. "Hay un vacío legal y la inspección de Hacienda está interpretando la ley de la forma más agresiva y beligerante posible. Además, ni siquiera se están respetando los periodos de alegaciones", aseguró. "Hay casos de escritores con mucho nombre que cobran menos de mil euros de pensión y que están en el mejor momento creativo y no se les puede impedir seguir trabajando", añadió.

El presidente de la AELG recuerda además que el caso español es único en Europa. "En países como Francia, Reino Unido, Alemania, Finlandia, Noruega o Suecia el cobro de la pensión es compatible con la actividad profesional, lo que se llama una jubilación activa, porque se considera que es un periodo en el que los creadores pueden estar en un gran momento creativo y no quitan el trabajo a nadie".