La trigésima edición de los premios Goya, que se celebra esta noche, tendrá sabor gallego. Un total de diez galardones de la Academia del Cine pueden recaer en artistas, cineastas o proyectos made in Galicia. La película El desconocido, rodada en A Coruña, concentra ocho de estas nominaciones: mejor actor (Luis Tosar), mejor actriz de reparto (Elvira Mínguez), mejor director novel (Dani de la Torre), mejor montaje (Jorge Coira), mejor guión original y mejor sonido, efectos especiales y dirección de producción. Al filme de Vaca Films hay que sumar las nominaciones de dos largometrajes gallegos de animación: Holly Night. Noche de ¿paz?, que dirige el realizador Juan Galiñanes, y Meñique, una coproducción de Ficción Producciones y el Icaic de La Habana.

La gala, que estará presentada por segundo año consecutivo por Dani Rovira, tampoco reconocerá en esta ocación las películas más vistas por los españoles. Es casi una vieja tradición de la Academia del Cine renegar de los torrentes, de los almodóvares más populares o de los "apellidos vascos". La soledad, Vivir es fácil con los ojos cerrados o Pa negre son prueba de películas premiadas que no han triunfado en taquilla, aunque, como toda regla tiene su excepción, también tuvieron sus goyas Lo imposible, ¡Ay, Carmela! o Tadeo Jones, de Enrique Gato, que este año ha sido el único en colar su también taquillera Atrapa la bandera.

Aún así, ésta será una fiesta redonda, tanto por los treinta años que celebra como por la paridad no buscada que reflejan los candidatos a la mejor dirección: dos mujeres, una casi debutante Paula Ortiz y una veterana, Isabel Coixet, y dos hombres, uno que opta a su quinto Goya, Fernando León, y otro, Cesc Gay, que no tiene ninguno. Como todos los años, la gala, que se celebrará en el hotel Marriott Auditorium de Madrid será retransmitida en directo por Televisión Española, un elemento más para sumar adrenalina a su presentador, Dani Rovira. "Habrá alusiones al gobierno, pero esto es una gala de cine y el público ya nos ha dejado bastante patente que no le gustan las galas politizadas. Hubo años que había que hacerlo así, y se hizo, pero (...) a la gente lo que le gusta es que la política sea una pequeña arista de esa fiesta, nada más", señala.

Hasta ahora solo se sabe que Mariano Ozores recogerá el premio de Honor por una vida de constancia y amor al Cine de barrio, porque Ozores es el cine español: "El público es todo lo que soy y todo lo que fui, y a él debo todo lo que tengo", señaló el veterano director.

Con sorpresas anunciadas, como la presencia de Juliette Binoche y Penélope Cruz, ambas nominadas como protagonistas, o Tim Robbins, seleccionado por su papel secundario en Un día perfecto, la expectación recae, sin embargo, en el premio Nobel Mario Vargas Llosa, que entregará el Goya al guion original, y su actual pareja, la todavía reina de la prensa rosa a sus 64 años, Isabel Preysler. Todo ello, con permiso del favorito, el argentino Ricardo Darín, y del más internacional de los actores españoles, Javier Bardem, que este año tendrá que compartir foco con dos de los guapos oficiales nominados por La novia, Álex García y Asier Exteandía.

Serán unos Goya sin el director Pedro Almodóvar, que estrenará Julieta el año que viene, aunque estará presente a través de su productora, El deseo, responsable de El clan, del argentino Pablo Trapero, que compite como mejor película iberoamericana.

También está confirmada la presencia del ministro en funciones de Educación, Cultura y Deportes, Íñigo Méndez de Vigo; y los líderes de los partidos políticos que en estos momentos negocian la gobernabilidad de España, Pedro Sánchez, Pablo Iglesias, Albert Rivera y Alberto Garzón. Los reyes, por su parte, han declinado la invitación a esta gala del cine.