Porcelanosa ha permitido a Isabel Preysler alternar con el mismísimo príncipe de Gales y, gracias a su relación con el premio Nobel Mario Vargas Llosa, se codeó ayer con estrellas de Hollywood. Preysler era una de las más esperadas en la alfombra de los premios Goya. Un paseíllo más internacional que nunca gracias a la presencia de Juliette Binoche y Tim Robbins. Ambos poseen un Óscar, igual que Penélope Cruz y Javier Bardem, que también acudieron a la gala, ya que ella estaba nominada como mejor actriz por Ma ma. Todo un lujo para la gala del 30 aniversario de los galardones, quizás la que mayor representación oficial tuvo. Excepto Mariano Rajoy, todos los líderes de los principales partidos políticos acudieron a la ceremonia. Por parte del Gobierno en funciones asistió el ministro de Cultura, Íñigo Méndez de Vigo. La presidenta de la Comunidad de Madrid, Cristina Cifuentes, la alcaldesa, Manuela Carmena, y el presidente del Congreso, Patxi López, tampoco quisieron perderse la gran fiesta del cine español.