El Ministerio de Sanidad no prevé envíos de vacunas contra la meningitis B desde otros países para cubrir la alta demanda detectada en comunidades como Galicia, que desde el año pasado destaca en número de solicitudes de Bexsero tras los tres casos mortales detectados a lo largo de 2015. A principios de este año las farmacias españolas recibieron dosis procedentes de Portugal, tras la autorización de la Agencia Española del Medicamento para desviar a España un lote de más de 23.000 vacunas. Este envío se tradujo, al menos en Galicia, en una dosis por botica. Según el propio sector, dicho envío resultó "escaso" teniendo en cuenta que las listas de espera en farmacias de padres que aguardan la llegada de Bexsero para comprarla van de las 25 a las 170 personas.

Pese a la dificultad de las boticas para reducir las listas de espera que se formaron desde el pasado mes de octubre (cuando se permitió a las farmacias vender Bexsero por las contínuas reivindicaciones de las familias) y a la alta demanda detectada en comunidades como Galicia, el Ministerio de Sanidad no prevé otros desvíos de países que cuenten con dosis de Bexsero. "Es la Agencia Española del Medicamento la que decide ese tipo de autorizaciones, de posibles desvíos. De momento no tenemos noticias de más movimientos", aseguraron ayer fuentes del Ministerio de Sanidad.

El laboratorio fabricante (GlaxoSmithKline) explicó que hasta verano no será capaz de normalizar el abastecimiento de esta vacuna. Aseguró que el periodo de producción de la misma es de nueve meses y prepara las próximas. La elevada demanda provocó un colapso en la distribución, ya que la producción de la vacuna no fue suficiente para cubrir todas las peticiones, sobre todo en el segundo semestre de 2015.

Hasta el pasado octubre, en España solo podía utilizarse Bexsero en los hospitales, para casos de riesgo, pero las recomendaciones de la Asociación Española de Pediatría y otros colectivos fueron determinantes para que el Ministerio de Sanidad aprobara el uso ambulatorio, permitiendo que cualquier ciudadano pudiera comprarlo con receta médica, con un coste de 116 euros por dosis y los pequeños necesitan varias.

Tras el envío de Portugal las farmacias no lograron rebajar las listas de espera. En algunas boticas alcanza las 170 personas, sobre todo en el área de A Coruña (Arteixo registró dos de los tres casos mortales y Boiro, el tercero). Según farmacéuticos gallegos están intentando cubrir antes las segundas dosis. Cuando terminen ese ciclo (algunos ya lo han hecho) intentarán atender las primeras, padres que tras meses de espera todavía aguardan la dosis inicial. Los especialistas indican que lo ideal es poner la segunda dosis a los dos meses (desde la aplicación de la primera) si bien pueden transcurrir entre dos y seis, apuntan otros. La situación en 2016 está siendo más tranquila que en 2015, con menos incidencias.