El papa Francisco denunció ayer en su primer discurso en México ante el presidente, Enrique Peña Nieto, y las autoridades del país que la búsqueda de los privilegios conduce a la corrupción, el narcotráfico y la violencia. En el Palacio Nacional, en el que por primera vez entraba un pontífice y se le recibía con los honores de jefe de Estado, Francisco indicó que "para construir un futuro esperanzador de México se necesitan "hombres y mujeres justos, honestos, capaces de empeñarse en el bien común".

Denunció que cuando se busca el "camino del privilegio" tarde o temprano "la vida en sociedad se vuelve un terreno fértil para la corrupción, el narcotráfico, la exclusión de las culturas diferentes, la violencia e incluso el tráfico de personas, el secuestro y la muerte, causando sufrimiento y frenando el desarrollo". Francisco llegó a México ayer tras una escala en La Habana donde se reunió con Kiril, patriarca ortodoxo ruso.