El Hospital Álvaro Cunqueiro de Vigo vivió ayer una mañana "al ralentí". Varios cortes del suministro eléctrico que se sucedieron durante más de tres horas obligaron a ralentizar la labor del hospital, suspender algunas pruebas de radiología y, según explican pacientes y personal del propio centro, afectaron también al funcionamiento del parking, ascensores y el equipamiento electrónico como ordenadores, pantallas o las máquinas que emplean los pacientes para sacar su turno.

Fuentes oficiales del Sergas aseguran que los apagones fueron "muy breves" y los achacan a "problemas de suministro ajenos al hospital". Desde la Consellería de Sanidade resaltaron ayer además en que estos apagones no tuvieron repercusión alguna en las áreas críticas del centro, como la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) o los quirófanos, y mantienen con rotundidad que "ninguna" operación resultó afectada debido a los cortes.