La policía se incautó ayer de un avión y 36 vehículos de lujo en la operación Topolino contra la cúpula de Vitaldent -cadena de clínicas dentales-, que se saldó con trece detenidos por fraude a la Hacienda Pública y a los franquiciados. Fuentes de la investigación explicaron que el dueño de las clínicas, Ernesto Colman, blanqueaba en Suiza y Luxemburgo las ganancias que los franquiciados y los pacientes pagaban mensualmente en efectivo y que no declaraba a Hacienda. Parte de ese capital -agregaron las citadas fuentes- retornaba a España para ser invertido en más de un centenar de inmuebles, fincas rústicas y vehículos.

En Galicia funcionan veinte clínicas de Vitaldent, entre propias y franquiciadas. Los responsables de las franquicias se manifestaron sorprendidos por las detenciones y negaron ser partícipes o víctimas de cualquier tipo de irregularidad por parte de la central. Asimismo, garantizaron la continuidad de los tratamientos a los pacientes.

La operación fue ordenada por la Fiscalía contra la Corrupción y el Crimen Organizado y está dirigida por el Juzgado de Instrucción número 2 de Majadahonda, que autorizó las entradas y registros en distintas dependencias de Vitaldent por parte de agentes de la Unidad de Delincuencia Económica y Fiscal (UDEF). Según la Fiscalía Anticorrupción, las actuaciones, declaradas secretas, permiten garantizar la continuidad de las clínicas en defensa de los franquiciados denunciantes, que seguirán con la administración de dichos centros.

La cadena Vitaldent inició su actividad en 1991 en Madrid. Fue pionera en implantar el modelo de franquicia para este sector y desde entonces sumó 450 centros, la mayoría en España, según la información que consta en su página web. Desde su creación, las clínicas trataron a más de siete millones de pacientes y emplean a 7.500 personas.

Los últimos datos económicos públicos de la compañía, a través de un comunicado de prensa de abril de 2015, apuntaban a un alza de sus ventas del 6,1% en el primer trimestre con respecto al mismo periodo de 2014, hasta los 115,4 millones.

En ese mismo comunicado, los responsables de la firma señalaban que la cadena era "la compañía odontológica más grande de Europa", con 438 clínicas, de las cuales 174 eran en propiedad y el resto bajo el modelo de franquicias. En su web, esa cifra total de clínicas se eleva a 450. En España, donde cuenta con 354 establecimientos, Vitaldent apuntaba un incremento de sus ventas del 4,5%, hasta los 91 millones de euros.

En un comunicado difundido a media tarde de ayer, la compañía trasmitió a sus clientes "un mensaje de tranquilidad", al tiempo que defendió que las clínicas funcionan "con normalidad" y que la investigación "no guarda relación" con su actividad diaria. La atención clínica "seguirá prestándose con los criterios de calidad al cliente que nos caracterizan", añadió la cadena, que aseguró que los pacientes están siendo atendidos y lo serán "durante todo el tiempo que dure la investigación judicial".

Mientras, el Consejo General de Dentistas exigió ayer al Gobierno un cambio legislativo para "poner coto" a un modelo empresarial que antepone el interés económico a la salud de los pacientes. En concreto, reclama que la ley obligue a que la mayoría del patrimonio social y del número de socios en este tipo de sociedades corresponda a profesionales para vincular la prestación del servicio al conocimiento y a la buena praxis. De esta forma -subraya- se evitaría que el control de las clínicas estuviera en manos de empresarios ajenos al sector que lo que persiguen, en la mayoría de las ocasiones, es "obtener el mayor beneficio en el menor tiempo posible".