Ellis. Ese fue el término que supuso ayer el "fin" del concursante Jerónimo, Jero, Hernández de Castro (Salamanca, 1965) en el programa Pasapalabra de Telecinco, y lo hizo con el mérito y orgullo de ser el más duradero de su historia: 121 programas en los que ha ganado 133.800 euros.

Los seis meses y dos semanas que ha estado han dado para tanto que hace poco le dijo un espectador que al rosco le llamaban "el jero", según cuenta bromeando en una entrevista este licenciado en Ciencias de la Educación y profesor de Protocolo, funcionario en la Universidad de Salamanca, a la que donará parte de lo ganado.

No se ha llevado el bote acumulado, 960.000 euros, pero sí "mucho dinero", del que el 45% es para Hacienda, precisa el concursante, aunque su "meta" nunca fue esa sino "vivir el sueño de durar aunque fuera un programa" Con todo, ha habido varios concursantes que aún ganando el bote se han llevado menos dinero que él, como Javier Granda (109.000 euros, en 2009), Francisco Javier Ajo (102.000, en 2010), Marta Sierra (96.000 euros, en 2007) y Jon Otazua, 18.000 euros (en 2015).

Cuando Jero llegó al concurso que emite Telecinco desde julio de 2007, el bote acumulado era de 234.000 euros, y él ha visto cómo crecía de 6.000 en 6.000 euros sin poder llegar a él. "Solo tres veces he estado a punto de conseguirlo, con dos letras a falta de completar el rosco", señala.

El salmantino había perdido el miércoles ante una nueva concursante, Laura, y tuvo que sentarse ayer en la silla azul para batirse con quien aspiraba a ocupar su sitio. Pero ahí apareció el escollo. Jero, que ya se había sometido a esa "repesca" en otras cuatro ocasiones con éxito, no ha sabido el apellido del autor de American Psycho y ahí sí ha dicho adiós.

"Ha sido muy emocionante porque Cristian Gálvez ha sido muy cariñoso y el aplauso del público ha sido sensacional", rememora. "Anoche", "hoy", "ayer" son, en cualquier caso, los tiempos de emisión del programa, porque los que han visto los espectadores ayer sucedió a finales de enero ya que Pasapalabra se graba durante dos meses a un ritmo de tres programas cada día y otro mes "descansa".

La clave de su resistencia, afirma, han sido los conocimientos, el estudio -se ha visto muchas veces los programas anteriores- la tranquilidad y la serenidad con la que siempre ha afrontado la prueba final. El veterano concursante reconoce estar feliz con todo lo que ha vivido, dispuesto a repetir una experiencia que le ha puesto en contacto "con mucha y buena gente" y que le ha enseñado de sí mismo su capacidad y resistencia.