Con el máximo secretismo, sin conceder entrevistas ni mostrar su colección en percha, como suele ser habitual, Felipe Varela, el diseñador de cabecera de la reina Letizia, regresó a la pasarela de Madrid con su segunda línea, Varela, ideada para un público más joven y con menor poder adquisitivo, un estreno que coincide con su veinte aniversario en el mundo de la moda. La colección, bautizada como Crystal Arny, representa un diálogo entre la estética futurista y el exceso provocador de la cultura hip-hop, que le imprime un cierto carácter deportivo, pero envuelto en un lujo y una sofisticación abrumadores.