Aunque la nota (4,3) que el Observatorio de la Dependencia otorga a Galicia implica un suspenso, los directores conceden que la comunidad ha apostado por la prestación de servicios (como la ayuda a domicilio en el último año) en detrimento de las prestaciones por cuidados familiares. No obstante, apuntan que eso dificulta un "mayor ritmo", lo que genera bajas de personas con derecho de las que "seguramente" un buen número fallece sin atención. El dictamen también sitúa a Galicia en otro ranking positivo: es segunda por la ratio de servicios de proximidad frente a prestaciones económicas.

Por otro lado, el documento cuerda que a finales de año estaban reconocidos 65.495 gallegos con derecho a una prestación, pero las personas atendidas a 31 de diciembre eran 41.823. Eso implica, señalan, que las personas con derecho pendientes de atención representaban el 36% del total.