En la facultad de Periodismo no te enseñan a enfrentarte al momento en el que tienes que escribir una noticia negativa. Los periodistas estamos acostumbrados a informar sobre episodios adversos. Un día leí que las noticias positivas no venden. Y puede ser cierto. La mayoría de los periódicos están llenos de informaciones negativas. Pero esta semana, afortunadamente, no ha sido así.

Lo bueno que tiene internet, entre otras muchas historias, es que todo se puede medir.

Y en LA OPINIÓN A CORUÑA medimos mucho: sabemos cuántas visitas tenemos al día en la página web, en qué momentos entran más los internautas, de dónde son, qué noticias son las que más leen y lo mismo sucede con nuestras redes sociales (Facebook, Twitter, Instagram, LinkedIn...).

Y esta semana hemos asistido a un episodio que no es habitual: tres noticias han reventando nuestras estadísticas y las tres han sido positivas. Sí, positivas. Para que luego digan que a la gente solo le interesa el morbo y la salsa rosa

La primera la publicamos la mañana del lunes. El compositor gallego Nico Casal había conseguido un Oscar por la banda sonora de un cortometraje. De repente, la noticia comenzó a tener muchas visitas en la web y a moverse en las redes sociales. Al final, la información se ha compartido más de 4.200 veces en Facebook, ha tenido más de 1.600 me gustas y ha recibido más de una treintena de comentarios. La gran mayoría de ellos eran de personas que no conocían a Nico y que simplemente se alegraban de su logro. Para que luego digan que en las redes sociales la gente no disfruta con los éxitos ajenos.

Un día después volvió a ocurrir algo similar con otra información. En este caso con una noticia que cualquier periodista querría dar. Hace unas semanas publicamos -incluida una gran foto en la portada del periódico- que Victoria, una niña de Santa Cruz con leucemia, necesitaba un trasplante. El martes, informábamos de que se había localizado un donante de médula que era compatible con Victoria. Y el anunció volvió a reventar nuestras estadísticas. En Facebook la noticia la compartieron más de 3.000 veces, recibió más de un millar de me gustas y casi un centenar de comentarios. Nadie de los que dejaron sus comentarios conocía a la niña. Solo se alegraban por la buena noticia y le deseaban lo mejor. Para que luego digan que en las redes sociales solo hay basura.

Pero cuando de verdad casi se nos rompe el ordenador fue durante la tarde-noche del martes y toda la jornada del miércoles. Publicamos la información (tanto en la web como en Facebook y Twitter) de que el doctor coruñés Diego González Rivas estaba entre los diez mejores especialistas de España.

La verdad es que -y ahí los periodistas todavía no terminamos de entender del todo cómo son las reacciones de los usuarios en las redes sociales- no le dimos la relevancia que después ha tenido. La publicamos, pero sin destacarla sobre el resto.

Y la información -literalmente- reventó todos los registros. Ha sido compartida en Facebook en más de 18.000 ocasiones. Para hacerse una idea de lo que supone esta cifra, todas las noticias que este diario publicó en su página de Facebook durante el mes de enero se compartieron 14.500 veces. Tuvo más de 8.000 me gustas y más de 400 comentarios. Algunos de ellos eran de personas que conocían aDiego o porque había operado a algún familiar, pero la gran mayoría eran desconocidos que solo le daban la enhorabuena y se alegraban de su éxito. Para que luego digan que en las redes sociales todo es malo.