La lucha contra la epidemia de zika en América Latina es extremadamente complicada y no tiene visos de mejorar a corto plazo porque no existen vacunas ni las habrá en varios años, no hay tests de diagnóstico que identifiquen el virus de forma aislada, y la erradicación del mosquito que transmite el virus se ha probado muy poco eficaz. Estas son las principales conclusiones de los expertos reunidos durante tres días en Ginebra por la Organización Mundial de la Salud (OMS) para evaluar qué herramientas hay disponibles para prevenir, detectar y luchar contra el zika.

La OMS sostiene que no existe ni habrá a corto plazo una vacuna con la que inmunizar a la población. "El desarrollo de las vacunas todavía está en un estadio muy temprano y las candidatas más avanzadas aún tardarán varios meses en estar listas para los estudios clínicos con humanos", dijo la directora general adjunta de la OMS, Marie-Paule Kieny, quien alertó de que "es posible que las vacunas lleguen demasiado tarde para el actual brote en América Latina". Subrayó que el desarrollo de la vacuna es un "imperativo", especialmente para las mujeres embarazadas y aquellas en edad fértil, pero asumió que el proceso de desarrollo será largo y, "con certeza", durará varios años.

Hasta la fecha, 31 países de América Latina han detectado transmisión local del virus, siendo Brasil el país más afectado y, por ahora, el único que ha detectado una multiplicación por diez de los casos de microcefalia en recién nacidos, una causa-efecto que si bien aún no está científicamente probada, cada vez hay más evidencias de ella. La infección con zika también se ha relacionado con el síndrome de Guillain-Barré, una enfermedad que afecta al sistema nervioso y causa parálisis, que en un 5% de los casos es mortal. "Siendo optimista, creo que en el mejor de los casos nuestra vacuna estará lista en tres años", declaró por su parte, Jorge Kalil, director del Instituto Butantan de Brasil, uno de los centros más avanzados en el eventual desarrollo de una vacuna contra el zika. "Tenemos que tener en cuenta que normalmente en el desarrollo de una vacuna se tardan 12 años. Si tardamos tres, es que todo habrá ido muy bien, muy rápido y que las autoridades también habrán acelerado los procesos", agregó.

Por otro lado, Kieny recordó que la vacuna se inocularía en mujeres en edad fértil y posiblemente en embarazadas, por lo que los pruebas sobre la seguridad deben ser aún más estrictas, ante los eventuales efectos en los fetos.

Otro de los problemas es que no existen test de diagnóstico, y como en el 85% de los casos el virus del zika es asintomático, no se sabe quien está infectado y quién no. "El hecho de que los síntomas sean leves en la mayoría de los casos provoca que el desarrollo de medicamentos para tratar la infección no sean por ahora una prioridad", explicitó Kieny.

Evolución del bebé de Santiago

Por otra parte, la Consellería de Sanidade confirmó ayer que el hijo de la venezolana con el virus del zika que dio a luz en Santiago permanece ingresado aunque por motivos que nada tienen que ver con esta enfermedad.

Tal y como marca el protocolo, los sanitarios tomaron muestras tanto a la madre como al niño tras el parto para saber si el pequeño también tiene el virus. Por el momento se desconocen los resultados, según el Sergas.

Se trata de un caso importado ya que la madre se infectó del virus durante un viaje a Sudamérica hace unos meses. Es el primer caso confirmado en Galicia.