La diputada gallega Carmen Iglesias comparó ayer la situación de algunas monjas de clausura en conventos de Galicia con la de las mujeres confinadas en clubes de prostitución y pidió una investigación, aunque una representante de la Xunta la invitó a aguardar una resolución judicial.

Iglesias, diputada del Grupo Mixto, aludió ante una comisión parlamentaria a la intervención de la Policía, bajo orden judicial, del pasado 26 de enero en el convento católico de las Madres Mercedarias de Santiago, que liberó a tres mujeres originarias de la India de su enclaustramiento, después de una denuncia de otra compañera sobre las supuestas condiciones de reclusión de las mismas. Las condiciones en las que viven las monjas en conventos católicos en Galicia "son muy comparables a la situación de las mujeres secuestradas en clubes de prostitución", dijo Iglesias, que pidió investigar el asunto que consideró un "secuestro" en condiciones de "esclavitud".

La directora general de Relaciones Institucionales y Parlamentarias de la Xunta, Blanca García-Señoráns, indicó que hay una investigación judicial abierta, opinó que "tanta dureza a lo mejor sobra" e invitó a esperar a una resolución para pronunciarse. "Usted da por probados unos hechos de manera un poco precipitada", dijo García-Señoráns a la diputada, y consideró que está "esparciendo la sombra de la sospecha a raíz de unos hechos cuyos términos aún no han sido aclarados".

La representante del Gobierno gallego afirmó que "ni es el momento ni el lugar adecuado para hacer juicios de valor" sobre ese asunto que "quiero creer que sea un hecho aislado", enfatizó, y aseguró que "la Xunta ni puede ni debe hacer una valoración de lo acontecido" hasta que se pronuncie la Justicia sobre lo sucedido en el convento compostelano.