"Salud y descanso van siempre de la mano", sostiene el jefe del Servicio de Psiquiatría del Complexo Hospitalario Universitario de A Coruña (Chuac) y actual presidente de la Asociación Gallega de Psiquiatría, Manuel Serrano, quien insiste en que dormir es "una función vital necesaria, como comer", y diferencia dos tipos de insomnio: directo o primario, el menos habitual y cuya causa se desconoce; y comórbido o secundario, el más común y que puede estar desencadenado por factores como la ansiedad, el estrés, el consumo de alcohol o trastornos afectivos o del comportamiento, entre otros.

"El insomnio primario es bastante raro, no hay una causa que lo justifique, por eso este tipo de casos no suelen llegar a las consultas. Incluso hay gente que duerme poco y no necesita dormir más. La mayoría de los casos que tratamos son de insomnio secundario, más como un síntoma de otros problemas que como un trastorno en sí mismo", apunta el doctor Serrano, quien asegura que en los últimos años no han notado un incremento de casos aunque "sí han mejorado muchísimo la tecnología y los métodos de diagnóstico".

"Lo que estamos viendo es una transposición, cambios en el sueño: pacientes, sobre todo de mediana edad, que trabajan a turnos o siempre por la noche y que se ven obligados a dormir durante el día, con la consiguiente merma en la calidad del sueño", señala este especialista coruñés.

El doctor Serrano no se muestra partidario de "dar pastillas" para tratar el insomnio. "En muchos casos, se abusa de los fármacos. Sólo se debería recurrir a ellos cuando el insomnio es un síntoma más de un problema médico, como la ansiedad o trastornos afectivos o del comportamiento, que repercuten en la vida familiar, social o laboral de quien los padece", subraya. Para el resto de casos, el jefe de Psiquiatría del Chuac aboga por fomentar "la higiene del sueño" y los hábitos de vida saludables. Entre otras medidas, recomienda "no hacer ejercicio una o dos horas antes de acostarse, cenar de forma ligera y dejar pasar al menos un par de horas también antes de irse a la cama y, sobre todo, evitar ver la televisión y utilizar dispositivos electrónicos en el dormitorio". "Esa habitación debe ser el sancta santorum para dormir", subraya.