La palabra holos procede del griego y podemos traducirla como: "todo". La teoría Holística enfoca al ser humano en su totalidad, por lo que esta dieta no sirve solo para adelgazar, sino para encontrar un nuevo estilo de vida que pretende mejorar la salud integral de la persona que sigue sus preceptos.

Se caracteriza porque:

-No exige pasar hambre, ya que nos podemos saciar igualmente con una buena ensalada que con un bollo azucarado (aunque éste resulte más apetecible). La ingesta de productos frescos se asocia a un menor riesgo de obesidad y mejor salud, por lo que se basa en el consumo de estos elementos

-Es flexible y variada. Pretende una pérdida de entre medio quilo y un quilo a la semana, por lo que no se cuentan las calorías cada día sino en conjunto y puedes darte algún capricho sin alterar el resultado final

-No hay alimentos ni combinaciones prohibidas. Se debe comer de todo en proporciones adecuadas, ya que todos son necesarios para el organismo

-Incluye realizar actividad física de manera regular. Es imposible mantener una buena masa muscular y evitar el exceso de grasa sin hacer ejercicio físico. Fundamental la musculación, porque el músculo quema más calorías que la grasa

Esta dieta plantea muchas ventajas entre las que podemos señalar:

-Los hidratos de carbono deben aportar entre el 50 y el 60% del total de calorías diarias. Son fuente de energía directa y puedes elegir legumbres, verduras y frutas

-Las proteínas deben constituir entre el 20 y el 30% del aporte calórico. Conforman la base de nuestro organismo y son imprescindibles para mantenerlo en perfecto estado. Elige pescados, mariscos, huevos, lácteos, etc...

-Las grasas también son importantes, aunque deben consumirse en menor cantidad. Necesarias para absorber vitaminas, mantener las defensas o formar hormonas. Escoge las omega-3 de los pescados y frutos secos y las insaturadas del aceite de oliva o el aguacate. Deben aportar un 30% de las calorías diarias como máximo

-Los vegetales y las frutas constituyen la parte fundamental del menú diario. Unos 400 gramos seria una cantidad adecuada. Perfectas para eliminar radicales libres, evitar el hambre y reducir quilos. Puedes calcular las proporciones fácilmente si ocupas la mitad de tu plato con fruta y verdura y la otra con proteínas e hidratos de carbono ricos en fibra

-Busca siempre la denominada "grasa buena" como la monoinsaturada (en pescados azules, aceite de oliva virgen y frutos secos) pues reduce la inflamación celular y los niveles de colesterol LDL. Evita los alimentos procesados que incluyan grasas trans, elige trozos de carne sin grasa visible, elimina la piel de las aves y elimina las grasas animales para cocinar

-La fibra y el agua son perfectas aliadas para bajar de peso porque aportan volumen al plato sin añadir calorías. Hay dos tipos de fibra: soluble (en frutas, verduras, legumbres) que retiene agua, ayuda a mantener la flora intestinal y reduce la absorción de grasa y la insoluble (salvado de trigo, harinas integrales) con gran capacidad de arrastre que combate el estreñimiento

-Es rica en micronutrientes. La gran variedad de las opciones alimenticias genera el aporte de todas las vitaminas, minerales y antioxidantes que el organismo necesita

-Implica un buen descanso. La relación entre sueño y peso tiene relación con las hormonas secretadas mientras dormimos: grelina (controla el apetito) y leptina (la saciedad). Cuando dormimos poco, la grelina se dispara y tenemos que comer más para compensar

-Preconiza la vida al aire libre. Es importante tomar el sol porque la vitamina D es fundamental para muchas cosas y su carencia provoca también exceso de peso. Imprescindible 20-30 minutos de exposición directa (al aire libre) con brazos y piernas al descubierto para favorecer su absorción.

Te proponemos un sencillo menú holístico. Al levantarte, puedes empezar con un vaso de agua con limón y un poco de movimiento. En el desayuno puedes incluir: cereales integrales con yogur desnatado, fresas, nueces, café o té verde. A media mañana: naranja, pera, plátano, manzana, fresas, piña, té o una infusión. Antes de comer, camina unos 15 minutos y bebe un vaso de agua con limón. La comida puede ser: marmitako, ensalada (lechuga, tomate, cebolla), melón o sandía y café o infusión. A media tarde un té, una tostada integral con miel y uvas negras. Antes de cenar, vuelve a andar media hora y bébete un vaso de agua con limón. Cena un caldo de verduras, solomillo con pimientos asados, piña e infusión.