El Ministerio de Educación, Cultura y Deporte no va a ceder ante la petición de los rectores de prorrogar las actuales Pruebas de Acceso a la Universidad (PAU) para que sigan realizándose en el curso 2016-2017, en lugar de la evaluación final de Bachillerato que establece la Ley Orgánica de Mejora de la Calidad educativa (Lomce), y sostiene que el calendario va a seguir tal y como está establecido en la ley.

Así lo indicaron fuentes del departamento que dirige Íñigo Méndez de Vigo en respuesta a la solicitud de la Conferencia de Rectores de Universidades Españolas (CRUE) de aplazar un curso más el nuevo acceso a la universidad ante la falta de desarrollo normativo de la evaluación final, que genera "incertidumbre" en cientos de miles de estudiantes, especialmente en los que ahora cursan 1º de Bachillerato, que en junio de 2017 estarán en condiciones de hacer estos exámenes.

"Hay tiempo más que suficiente, ya que la prueba no se va a celebrar este año, sino que será el año que viene, luego queda más de un año para su realización", sostienen desde el Ministerio, y añaden la nueva prueba tendrá una estructura "similar" a la actual PAU y la única diferencia "importante" es que será una prueba única en todo el Estado.

La CRUE emitió un comunicado ayer en el que alerta de que los nuevos procedimientos de admisión a las enseñanzas universitarias, reglas de funcionamiento, criterios de realización y fechas, entre otros aspectos, no están definidos aún. Por ello ha solicitado al Ministerio que, con carácter excepcional, aplique una moratoria de un curso.