Ciertos momentos y lugares son más propicios que otros para que se produzcan roces. Los datos recabados por la Xunta permiten constatar que en el aula pueden darse situaciones conflictivas (un 10% lo apunta así), pero es más fácil que ocurran fuera. Casi una tercera parte de los niños de hasta 14 años apunta el recreo como uno de los escenarios de los "principales conflictos", mientras que solo la mitad de sus compañeros de Bachillerato o ciclos formativos ponen el punto de mira en los períodos de descanso. Tanto los mayores como los más pequeños sitúan otro de los focos de conflictividad en los "alrededores de los centros". En esas zonas, la competencia sobrepasa a Educación, que, no obstante, intentará abordar medidas preventivas fuera de los recintos escolares en connivencia con los concellos.