Las instituciones religiosas aprueban con nota su adaptación a las nuevas tecnologías y son un referente para las parroquias a la hora de utilizar las redes sociales más punteras. No solo están presentes en las más conocidas Facebook y Twitter si no que también cuentan con perfiles en Google+, Flickr o YouTube, entre otras.

El Vaticano es un ejemplo. Más de 75.000 internautas han dado me gusta a su perfil en Facebook mientras que la cuenta de Twitter del papa Francisco -disponible en ocho idiomas- tiene más de 24 millones de seguidores, once en su versión en castellano. Además, el Vaticano tiene su propia aplicación para el móvil y desde ayer Instagram.

La Conferencia Episcopal Española suma al Facebook (11.215 fans), y Twitter (8.960 seguidores), su propio canal en YouTube y un perfil en Flickr, donde cuelga imágenes de su actividad.

A nivel autonómico, el arzobispado de Santiago también apuesta por internet. A su web hay que añadir el Twitter y Facebook del arzobispo Julián Barrio (228 y 655 seguidores) y cuenta en Google+.