La primavera no a todo el mundo la sangre altera. Vilipendiada por muchos, ignorada por otros y sufrida por otros tantos, la astenia primaveral está a las puertas de casa. En algunas, es posible que ya haya entrado aunque la primavera se estrenó oficialmente ayer, a las 04.30 horas de la madrugada.

La Sociedad Española de Dietética y Ciencias de la Alimentación (Sedca) ha sido la primera en alertar sobre sus síntomas: cansancio y falta de energía, como principales; además de falta de concentración, dolor de cabeza y somnolencia. La entidad asegura que el 85% de la población española presenta alguno de ellos; mientras que el cansancio hace mella en uno de cada cinco personas.

Pero ¿por qué se repite la historia cada primavera? "La astenia primaveral ocurre durante las primeras semanas y se debe a una alteración de los ritmos circadianos que generan unos cambios en la producción de endorfinas, serotonina, melatonina y otras sustancias del sistema nervioso, lo que provoca una sensación de decaimiento físico e intelectual", detalla el doctor Miguel Martín Almendros, coordinador del grupo de trabajo de Fitoterapia de la Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria (Semergen).

Por si fuera poco, el cambio horario tampoco ayuda y se estima que 36 de cada cien personas notan síntomas de cansancio, reducción de energía o falta de concentración en los días posteriores al cambio de hora al tener que acostumbrarse el organismo a más horas de luz y a una subida de las temperaturas.

En la astenia, no hay diferencias entre hombres y mujeres. "En teoría, es como la depresión, se dice que afecta más a las mujeres que a los hombres pero no conozco ningún estudio que lo corrobore. Sí es verdad que las mujeres acuden a la consulta más que los hombres por este asunto, pero también es cierto que las mujeres van más al médico que ellos", explica Rosa García, secretaria científica de la Sedca. Esta experta recuerda cómo años atrás la astenia primaveral "se consideraba una manía que le pasaba a las mujeres; "ahora ya se ve que viene dada por la adaptación a los cambios climáticos de la primavera e inicio del verano". García añade que si la astenia primaveral coincide con el síndrome premenstrual se van a agravar los síntomas porque éste ya está asociado al cansancio y a cambios de humor.

La secretaria de la Sedca recomienda como principal arma contra la astenia primaveral arrancar el día con un desayuno energético, entendido éste por la conjunción de hidratos de carbono en pan o cereales; proteínas en lácteos, fiambre de pavo o huevos; lípidos, en el aceite de oliva; y vitaminas más minerales en las frutas.

Por su parte, desde la Asociación Gallega de Dietistas y Nutricionistas, su vicepresidenta, Patricia Beiro, recalca que, además de centrarse en la alimentación, también es "importante llevar una vida ordenada, un horario regular de comidas, descansar bien con las horas adecuadas de sueño, así como practicar ejercicio físico moderado para descargar tensiones del día".

Patricia Beiro también apunta que "esos efectos de la astenia primaveral como cambios de humor, cansancio y somnolencia es normal que duren dos semanas. Si se prolongan más, hay que consultar a un profesional porque igual hay algo más de fondo".

Además de una buena hidratación (seis vasos de agua al día; más si se practica ejercicio) y un desayuno fuerte, para evitar ingestas muy copiosas que acentúen los síntomas de la astenia; recomienda, repartir las comidas en cinco tomas al día "porque así evitamos subidas y bajadas bruscas del azúcar en sangre y es importante para conseguir estabilidad".

Beiro, por último, califica de "error el abuso de alimentos o bebidas estimulantes como té, café o cola para despertar. Para esta dietista, no se debe pasar de los dos cafés por día ya que la excitación al final de la jornada puede impedir descansar bien a la hora de irse a la cama.