Ser menor de edad no es incompatible con ser una persona divorciada. En al menos una veintena de divorcios registrados en 2014 en toda España, alguno de los cónyuges no había cumplido los 18 años, según los últimos datos del Instituto Nacional de Estadística (INE). En concreto, hubo 13 separaciones en las que el marido aún era menor y en otros doce casos era la esposa quien todavía no tenía la mayoría de edad.

Castilla y León, Madrid y Cataluña son las tres comunidades que registraron más divorcios entre menores. En concreto, los juzgados castellanoleoneses registraron cinco casos en los que el varón era menor, Madrid dos casos en ambos sexos y Cataluña, tres en varones. En el caso de la comunidad gallega, durante el último año analizado por el INE, sólo hubo un divorcio en el que uno de los protagonistas fuese adolescente: una chica.