La llegada del buen tiempo podría hacernos sentir "raros", cansados, sin vitalidad, desanimados. Esta situación se denomina astenia y se relaciona con la falta de fuerza física que aparece espontáneamente y sin conexión con un esfuerzo previo. También se siente un malestar psíquico que no puedes asociar a una tensión nerviosa determinada o a un esfuerzo intelectual más intenso de lo normal.

Aunque el principal síntoma es el cansancio, puede acompañarse de dolores de cabeza y sensación de tristeza, que debe ser analizado por el médico. De hecho, el cansancio crónico se ha convertido en uno de los motivos de consulta más frecuente. Normalmente se encuentra una causa para esta sensación, pero existe un grupo de pacientes en los que no es posible hallarla y se han englobado en lo que se denomina síndrome de fatiga crónica.

Pero tiene solución y debemos intentarlo. Si la astenia acaba con tu humor y te sientes especialmente sensible o demasiado cansado para hacer nada, habla con tu médico y consúltale las opciones que tienes. Sigue sus consejos y modifica tus hábitos nocivos para recargarte de energía.

Entre nuestras recomendaciones, destacamos:

-Descansa de manera adecuada. Las tensiones diarias van minando tus fuerzas, lo que puede afectarte negativamente a la hora de dormir, y si no reposas cada vez te sentirás más cansado

-Si tienes problemas para dormir o sientes que tu sueño no es reparador, acude al médico y coméntaselo. No te automediques ni recurras al consumo de "productos naturales" sin control del especialista

-Haz ejercicio. Busca el que más se ajuste a ti, y si tienes algún problema de salud consulta al médico. No descartes ninguna posibilidad: yoga, taichí o Pilates pueden resultar adecuados y te permiten mover los músculos y quemar calorías

-No te encierres en casa, en el trabajo, o en ti mismo. El aire libre es muy importante para tu mente y tu cuerpo y hablar con los demás también te ayudará

-Evita el estrés porque nadie puede vivir continuamente preocupado, angustiado o enfadado. Hay momentos mejores que otros, pero intenta relajarte utilizando las técnicas que mejor se adapten a ti o te resulten más eficaces

-Pide cita a tu médico. Si no puedes controlar el estrés y percibes sensaciones extrañas debes ser tratado por el especialista. Habla con él, explícale los síntomas y no consumas ningún medicamento sin su consentimiento

-Cuidado con lo que tomas. Los productos fitoterapéuticos contienen principios activos que no deben ser consumidos sin necesidad. Existen en el mercado muchos complementos naturales que son útiles para aumentar tu energía y pueden resultar adecuados para mejorar esa sensación de desánimo (el gingseng y la jalea real), otros pueden ayudarte a dormir (amapola, melisa), algunos reducen el estrés (valeriana, tila) o mejoran un estado depresivo suave (hipérico)

-Cuida tu alimentación, pues es un pilar fundamental. Si consideras que tu dieta es inadecuada acude a un especialista, preferentemente en dietética y nutrición, y pide su ayuda. No utilices la falta de tiempo (o de ganas) como excusa para comer mal, porque caerías en una espiral que se retroalimenta: no me apetece cocinar, lo que hay para comer no me gusta, me alimento mal, estoy muy cansada y no me apetece cocinar?y así sucesivamente. Sería un error fatal, pues las diferentes sustancias que componen los alimentos aportan distintas cantidades de energía y nutrientes al metabolizarse en el organismo y todas son necesarias para mantener su equilibrio

Los especialistas recomiendan incluir en la dieta alimentos que te ayuden a mantener alta la energía y un estado de ánimo positivo. Son muchos y variados y entre ellos destacaría: aceite (los más interesantes desde el punto de vista nutricional son el de oliva, cacahuete y avellana), aguacates (con grasas monoinsaturadas, potasio y magnesio mayoritariamente), avena, carnes magras (cerdo, ternera, pollo sin piel, pavo, conejo, etc...), chocolate, fibra (en frutas, verduras, cereales integrales, etc...), frutos secos (nueces, pistachos, anacardos, etc...), germen de trigo (fuente natural de vitamina E), leche desnatada, legumbres (lentejas, garbanzos, soja, etc...), plátanos, pescado azul (salmón, atún, sardinas, etc...) y verduras de hoja verde (espinacas, acelgas, etc...)

No es el mejor momento para perder peso haciendo una dieta sin control médico. Incluye alimentos proteicos (carne, pescados, etc...) en todas las comidas, limita el consumo de azúcar y reduce la cafeína (sustituye el café por un té verde rico en antioxidantes). Tu cuerpo te lo agradecerá.