Investigadores que trabajan en el Centro Harvard-Smithsonian de Astrofísica han anunciado el hallazgo de un sistema de triple-estrella que tiene además un planeta en órbita estable.

En su artículo publicado en ´The Astronomical Journal´, el equipo describe cómo observaron que un sistema que hasta ahora se consideraba binario, está compuesto en realidad por una estrella masiva y un par de estrellas que antes estaban consideradas como un solo cuerpo celeste y que orbitan entre sí. Todo ello condujo a la revelación del sistema de triple estrella.

Los planetas conocidos con tres estrellas en su cielo son poco frecuentes. Este nuevo descubrimiento es sólo el cuarto, y ha causado entusiasmo en la comunidad científica, ya que es el más cercano de ellos, lo que permite una mejor observación de lo que había sido posible hasta ahora con los otros tres planetas.

La estrella principal es también más brillante que las otras estrellas que sirven como soles de sus planetas, lo que hace que sea más fácil estudiar tanto la estrella y el planeta.

Los objetos en estudio en el nuevo sistema son KELT-4AB, un planeta gigante gaseoso, similar en tamaño a Júpiter que tarda aproximadamente tres días en hacer su camino alrededor de la estrella KELT-A, que le sirve de sol. Las otras dos estrellas, nombradas KELT-B y C, están mucho más lejos y una órbita arededor de la otra en el transcurso de aproximadamente 30 años. La pareja tarda aproximadamente cuatro mil años en orbitar KELT-A.

Los investigadores sugieren que la vista del firmamento desde KELT-4AB probablemente sería una donde su sol, KELT-A, se vería aproximadamente cuarenta veces más grande que el Sol en nuestro cielo, debido a su proximidad. Las otras dos estrellas que orbita, por el contrario, aparecerían mucho más tenues debido a su gran distancia, brillando no más que nuestra luna.

Los astrónomos han sabido de la existencia del sistema KELT durante varios años, pero se pensaba que las estrellas binarias eran en realidad sólo una estrella. Ahora, los investigadores pudieron ver que en realidad eran un sistema binario gracias a dos telescopios controlados robóticamente en dos diferentes continentes, uno en Arizona y el otro en Sudáfrica. Juntos se conocen como el Kilodegree Extremely Little Telescope (KELT), que por supuesto es cómo el sistema KELT obtuvo su nombre.

El sistema de tres estrellas ofrece una oportunidad única para los científicos que trabajan para tratar de comprender cómo es que los gigantes gaseosos, como KELT-4AB, se las arreglan para orbitar tan cerca de su estrella. La teoría sugiere que deberían estar más distantes, como es el caso de Júpiter y el Sol. Una posibilidad, al menos para este nuevo descubrimiento, es que podría tener algo que ver con el sistema binario cercano.