Las drogas están detrás de dos ingresos de media al día en los hospitales gallegos por trastornos mentales o abusos. Solo en 2014 fueron dados de alta en la comunidad 656 pacientes, una cifra que en principio parecería positiva ya que es un 35,6% inferior a la que el Instituto Nacional de Estadística registraba cuatro años antes. Sin embargo, expertos como el jefe del Servizo de Psiquiatría del Complexo Hospitalario Universitario de A Coruña (Chuac), Manuel Serrano, advierten de que no hay que apresurarse con la celebración, porque en esa cifra el INE incluye tanto a los que acaban ocupando una cama en el hospital a causa de un síndrome de dependencia o abuso del alcohol o de otros estupefacientes como a quienes sufren un brote psicótico provocado por sustancias psicoactivas. Y estos últimos, avisa, no han hecho más que incrementarse en los últimos tiempos, un fenómeno que atribuye al "aumento del consumo de psicoestimulantes, como la cocaína, las anfetaminas o el alcohol", pero "sobre todo por el cannabis", del que advierte que "no es tan inocuo como se piensa".

"Conozco casos de los hospitales de A Coruña, Santiago y Vigo, y en los últimos años hemos hecho muchos más ingresos de psicosis tóxica que antes", enfatiza el también presidente de la Asociación Gallega de Psiquiatría, tras señalar que no se decide hospitalizar así como así a un paciente, sino que quienes acaban en una cama -y además requieren tratamientos largos, una media de 12 días, según el INE- están "fatal". "Las psicosis tóxica ha aumentado con claridad en los últimos tiempos, tenemos una mayor incidencia y estamos mejor preparados. Ha aumentado la capacidad de detección, han aumentado los protocolos de derivación y ha aumentado el consumo de aquellas sustancias que más inciden en las psicosis, los psicoestimulantes", proclama.

Las psicosis alteran la manera en que se percibe la realidad y pueden incluir alucinaciones y delirios hasta el punto de que quienes las sufren pueden volverse paranoicos y considerarse en peligro. Aunque los síntomas son semejantes en algún aspecto, comenta Serrano, a lo que se conoce como esquizofrenia, las psicosis provocadas por el consumo de psicoestimulantes aparecen de forma "muy brusca, con una relación causa-efecto muy clara y definida en el tiempo", tras el consumo de drogas. "Tú estás bien, consumes algo y estás mal", explica Serrano. No obstante, como tienen su origen en una sustancia, "al cabo de una semana o un poco más de tratamiento, en la ausencia del tóxico, hay una mejoría grande en todo el cuadro".

Pero no todas las historias tienen un final feliz, advierte. Hay "un grupo importante" de pacientes donde el tóxico "está actuando como precipitador de una vulnerabilidad", es decir, "aparecen cuadros que ya no se consideran psicosis tóxica o inducida, sino que se considera una esquizofrenia donde eso actúa como precipitador de una vulnerabilidad que existe", explica este especialista. Y eso, enfatiza, "es lo que está pasando con el cannabis". Pero también con la cocaína. Por ejemplo, explica que si alguien que consume cocaína tiene "una vulnerabilidad familiar a tener un trastorno bipolar", lo que ocurriría es que al tomar la sustancia hace un cuadro psicótico "como todos", pero "sin embargo no se recupera cuando en el organismo pasa el efecto de la sustancia", advierte.

"Lo mismo", insiste, "podría ocurrir con otras sustancias y entre ellas es lo que suele ocurrir con el porro cuando su consumo es exagerado, como más de cinco o seis diarios durante mucho tiempo, en personas jóvenes, donde la vulnerabilidad es mayor, y pueden tener antecedentes familiares de psicosis, esquizofrenia, y eso sí que vemos que en los últimos años ha aumentado".

La advertencia de este especialista en psicosis y responsable de ingresos en el Chuac se produce en un contexto en el que el cannabis es la droga ilegal más consumida en España. Según el informe Edades, el 30,5% de los gallegos de entre 15 y 64 años lo probó alguna vez, el 8,4% en el último año y el 6,1% en el último mes. Además, el estudio señala que un 2% de la población (dato para España) lo consumió a diario en los últimos 30 días (sobre todo entre los 15 y los 24 años) y sitúa en un 2,2% los que hacen un consumo problemático o de riesgo.

El informe indica también que el cannabis provocó la admisión a tratamiento por abuso o dependencia de drogas de casi 17.000 personas en 2013 y advierte que los casos siguen aumentando. Apunta que el 95% de los menores que se trataron lo hicieron por abusar de esa sustancia.