Transitó por el "lado oscuro" y murió miles de veces, pero Manolo Tena -fallecido ayer a causa de un tumor que se trataba desde hacía solo unos días en un hospital madrileño- estaba convencido de que también a esto sobreviviría y hacía ilusionado planes para su enésimo renacimiento. Tena, nacido en Benquerencia de la Serena (Badajoz), falleció a primera hora de la mañana en el hospital Gregorio Marañón, donde le diagnosticaron que un cáncer de hígado ya había hecho metástasis en otros órganos.

La SGAE, de cuya Junta Directiva era miembro, instalará hoy, a partir del mediodía, la capilla ardiente del artista para que amigos, colegas y admiradores, que han convertido su fallecimiento en trending topic mundial en Twitter, puedan dar su adiós a uno de los últimos de La Movida madrileña.

Su hermano Rafa explicaba que el autor de Sangre española -que deja una hija de 10 años- había sido diagnosticado de "hígado graso" y que se trataba con remedios naturales porque "no quería ni oír" de hospitales o médicos así que cuando los dolores le obligaron a claudicar "le ingresaron de inmediato". Esto ocurría hace tres semanas, pero se empeñó en cumplir su compromiso de actuar en Tenerife, el pasado 18 de marzo, y el día 19, en el que ya es su último concierto, en Las Palmas de Gran Canaria. "Tuvo que cantar sentado porque ya le faltaban las fuerzas. Volvió a Madrid y ya casi desde el avión se fue al hospital y le ingresaron. En estos últimos días había perdido muchísimo peso pero él estaba convencido de que lo iba a superar", relata Rafa Tena.

Su hermano reconoce estar "muy enfadado" con el que era el productor del artista cuando sacó en 1992 Sangre española, un disco del que se vendieron, dice, "cientos de miles de ejemplares" y del que él "jamás vio ni un solo duro". "Mi hermano firmó la cesión de sus derechos a ese señor en pleno síndrome de abstinencia de la heroína. Estoy decidido a entablar una batalla legal contra él porque se aprovechó de su debilidad y ha dejado a su niña, de la que soy albacea, en la ruina", relata. Además, generó una deuda con la Seguridad Social -de unos 200.000 euros, según fuentes conocedoras del caso- por la que la SGAE le ha estado embargando sus dietas por asistencia a su Junta Directiva, de la que era miembro, afirma.

El cantante, un "superviviente", "un ser de luz que hizo lo que quiso", dueño de una voz ronca muy parecida a la de Joe Cocker, estaba "ilusionado como un crío de 15 años", según su amigo, el compositor y productor Óscar Claros, y pilotando su enésimo renacimiento.

Acababa de publicar el que se ha convertido en su epitafio musical, Casualidades (2015), aunque justo fuera un grito de vida, como demuestra que uno de sus temas se llamara La vida por delante, escrito desde un centro de rehabilitación en Cuba.

Miembro del grupo Cucharada a finales de los 70 y del grupo Alarma!!! después, entre 1983 y 1986, Tena tocó la gloria en solitario especialmente con Sangre española (1992), que incluía el éxito del mismo nombre o Tocar madera, del que llegó a vender más de medio millón de copias.

Autor de piezas para artistas como Luz Casal, Miguel Ríos, Rosario Flores o Ana Belén, Tena revivió musicalmente gracias a su participación en el programa de La Sexta A mi manera, que lo reunió con autores como Mikel Erentxun o Nacho García Vega, con los que hizo piña. "Siempre conmigo... Buen viaje", señalaba Antonio Carmona en las redes mientras que Erentxun aseguraba haberse quedado "sin palabras" y para Sole Gimenez "el día se ha vuelto noche".

El ministro de Educación, Cultura y Deporte, Íñigo Méndez de Vigo, lamentó la muerte del cantante al que definió como "un gran músico, referente de la movida madrileña, y un excelente poeta". Por su parte, Rajoy resaltó que Tena ayudó "a crear la banda sonora de la España de finales del siglo XX".