Era la segunda vez que el coruñés Daniel Botana probaba suerte en el examen para Biólogo Interno Residente (BIR) y de suspender la prueba pasó a sacar la cuarta mejor nota de toda España. "El año pasado me presenté y no lo aprobé, aunque pensé que me había salido mejor, la verdad. Pero este año, que iba con unas expectativas muy altas, me pareció que el examen fue más asequible. Aunque salí contento, también a otra gente le había salido bien, así que era una lotería", comenta este biólogo coruñés de 32 años, que obtuvo la primera nota en el examen a nivel Galicia, y la cuarta a nivel nacional. "En realidad es la séptima, porque hace media con el expediente de la carrera y, aunque cuenta un 10% y parece poco, si no tienes uno bueno como es mi caso se nota bastante", aclara Botana.

Dentro de una semana, el 14 de abril, salen las listas con las plazas definitivas, por lo que el Foro BIR, una plataforma digital habilitada para el intercambio de información acerca del examen, echa humo. "Mi primera opción es el Complexo Hospitalario Universitario de Pontevedra (Chop), porque cuando lo visité me gustó mucho la ciudad, la gente del hospital... y sobre todo, porque tiene la especialidad de microbiología, que junto con análisis clínicos, bioquímica clínica e inmunología, son las especialidades a las que pueden optar„ que es la que más me gusta", señala el biólogo coruñés, quien apunta a que su segunda opción es el Complexo Hospitalario Universitario de Ourense (Chuo) y en tercer lugar estarían el de Avilés y el de Oviedo. "Este año, además, se da la mala suerte de que a la gente que está delante de mí en la lista también le gusta mucho microbiología, entonces andamos tanteando en el foro", comenta Botana.

El BIR no fue la primera opción para este coruñés ya que al terminar la carrera en 2006 se animó con las oposiciones de docencia en Educación Secundaria „que aprobó aunque sin plaza„ y posteriormente sacó las de Vigilancia Aduanera. "Como tenía un montón de tiempo, libre descubrí esto del MIR, FIR, BIR me llamó la atención y empecé a prepararlas. Fui a una academia y este año me lo tomé con un poco más de calma al principio, pero luego me pedí una excedencia en octubre en el trabajo para poder estudiar mejor, porque te pasas todo el día 10 o 12 horas hincando codos", comenta Botana.

Son numerosas las críticas que recibe el modelo de examen BIR, principalmente desde el Colegio Oficial de Biólogos, donde insisten en la necesidad de mejorar la prueba para tener "una Administración sanitaria transparente de verdad". "Este año, por ejemplo, preguntaron muchos datos de inmunología, que son cosas que te sabes o no. Para mí, el examen no debería ser tanto de estudiar y sí de relacionar conceptos, de proponer situaciones reales. Además, es que no favorece que haya un examen tan asequible de primeras porque si todos sacan 215 preguntas

„son 225 en total„, al final lo que hace la criba es el expediente académico", explica el coruñés.

Su pasión por la biología le viene desde muy pequeño, cuando devoraba los libros de animales y del cuerpo humano, aunque reconoce que si volviese a elegir ahora quizás optaría por la medicina. "En su momento no le di demasiada importancia porque piden una nota demasiado alta para entrar en Medicina y quizás nos mandan escoger qué queremos ser de mayores demasiado pronto. A mí la biología me gusta mucho, pero viendo ahora a lo que estoy enfocando mi futuro, quizás habiendo estudiando Medicina habría sido más fácil", confiesa Botana, quien añade que tanto médicos como farmacéuticos "no tienen que hacer un examen tan bueno para conseguir plaza, aunque los primeros, es cierto, que sin la especialidad no pueden ejercer".

Lo que reclama es un reparto de oportunidades más justo. "Lo que pasa muchas veces con los médicos es que muchos escogen especialidades como análisis o microbiología y después las dejan. Y los biólogos nos matamos por esas plazas, aunque yo lo entiendo porque si lo fuese tampoco me interesaría tanto una plaza de laboratorio como una donde haya un mayor contacto con el paciente. Pero lo que pediríamos sería aun reparto más justo, porque incluso algunas plazas se quedan desiertas", se queja.

Reconoce el "maltrato" que sufre la investigación en España, ya que "la gente suele quedar muy disgustada después de hacer el doctorado, porque tras años estudiando, no se consigue una recompensa, un contrato estable y muchos tienen que irse fuera". Botana también asegura que las universidades preparan a demasiada gente, "cuando las expectativas de trabajar al salir son muy bajas".