Una dolencia que requirió ingreso en el hospital no siempre acaba tras volver a casa. En muchos casos, un enfermero del centro de salud supervisa la evolución del paciente con una llamada tras el alta. El programa se denomina Conecta 72 y desde su puesta en marcha hace un año permitió comprobar si existían o no complicaciones en más de 151.000 pacientes, el 98% de quienes el Sergas estimaba que precisaban un seguimiento tras pasar por el hospital.

Aunque el enfermero puede valorar el nivel que tiene el conocimiento del paciente de los fármacos que le fueron prescritos, Sanidade pretende ir más allá y que sus farmacéuticos controlen también si puede existir algún tipo de interacción entre la medicación que tomaba el paciente antes de un ingreso hospitalario y la que se le prescribe con posterioridad.

Para ello, la Subdirección Xeral de Farmacia, según un informe remitido al Parlamento, avanza que "próximamente" el programa Conecta 72 "evolucionará" en el sentido de que el farmacéutico del hospital o de Atención Primaria recibirá una lista de trabajo "diaria" en la que se le informará de los pacientes dados de alta del hospital en su área de influencia. Su "función", será "comparar" la medicación habitual del paciente con la que le fue prescrita tras su paso por el hospital para analizar "si existen discrepancias y resolverlas".

El poner en el punto de mira la medicación no es casual, porque, alega el Sergas, "uno de los problemas de seguridad más habituales es la falta de información precisa y completa sobre los medicamentos que toma un paciente en las transiciones entre los distintos niveles de asistencia". Estas transiciones, dice, colocan al paciente en una situación de "riesgo de sufrir errores de medicación", que "pueden derivar" en "efectos adversos e ingresos hospitalarios evitables". De hecho, cita estudios que revelan que "en alrededor del 50% de los pacientes admitidos en hospitales de agudos se producen discrepancias de medicamentos no intencionadas entre los que tomaba el paciente en el momento de ingreso y la prescripción hospitalaria (errores de conciliación)". Se busca "disminuir los errores de medicación" y "garantizar" que los pacientes reciban los medicamentos "necesarios" que tomaban "previamente" y que "se adecúan" a su situación y/o a la nueva prescripción en otro punto del sistema.

Si en algún caso hay que vigilar que los fármacos sean compatibles, en otros hay que asegurarse de que el paciente se los toma, como ocurre con los enfermos crónicos. El conselleiro de Sanidade, Jesús Vázquez, aseguraba ayer que en torno a la mitad de los pacientes de diabetes, insuficiencia cardíaca y enfermedad pulmonar obstructiva crónica no siguen el tratamiento que les indican, lo que puede conllevar incluso su muerte. Para solventarlo, Galicia lidera un proyecto europeo, Empattics, cofinanciado por la UE, que busca usar las nuevas tecnologías para elevar la adherencia a los tratamientos y facilitar el "autocuidado" de los pacientes, empezando por los de estas dolencias.

El proyecto, con una inversión de 5 millones de euros, promoverá, a través de la compra pública precomercial, el desarrollo de tecnologías que permitan lograr métodos "sencillos, eficaces y rápidos" para evaluar si el tratamiento se cumple o no.