"Actitud positiva, pocas resistencias, pero una disociación entre el aprecio del gallego y su uso". De este modo sintetiza el Consello da Cultura Galega (CCG) las primeras valoraciones de un estudio novedoso realizado entre jóvenes gallegos de entre 15 y 25 años que se presentó ayer en el marco de los XVIII Encontros para a Normalización, aunque no estará listo hasta el segundo semestre de este año.

Lo que buscaba conocer el organismo estatutario era las actitudes de la juventud hacia el idioma propio de Galicia y qué les motiva a utilizarlo. La investigación se produce en un contexto, el que ofrecen las más recientes estadísticas específicas difundidas por el Instituto Galego de Estatística, que muestran que el porcentaje de jóvenes (en este caso de 15 a 29 años) que hablan siempre gallego se redujo en una década en más de ocho puntos, desde el 28,5% de 2003 al último dato, del 19,8%, registrado en 2013, mientras que se incrementó prácticamente en la misma proporción el de quienes se expresan siempre en castellano.

Los resultados avanzados ayer por tres investigadores, Hakan Casares, Xaquín Lorenzo y Luis Cuntín, permiten constatar, según explicó el primero, que las actitudes hacia el idioma "son buenas". "La generalidad, lo común, lo normal, es tener una actitud muy positiva hacia el gallego", proclamó, a la par que destacó que "la hostilidad es algo excepcional". Sí apostilló que las actitudes "más neutras", las "menos positivas", se encontraron entre monolingües en castellano y entre aquellos nacidos fuera de la comunidad. En estos dos grupos se produce también otro fenómeno: a pesar de que la autoconfianza para comunicar en gallego es "elevada" en general, es "menor" en estos dos colectivos.

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En la misma línea, Casares subrayó la inclusión de una pregunta específica destinada solo a hablantes monolingües en castellano o bilingües sobre su "disposición a usar el gallego de forma más habitual". También aquí los datos corroboran la primera impresión, ya que "el 80% de los chicos encuestados no monolingües en gallego estarían dispuestos a incorporarlo", explicó. Esa "gran predisposición a utilizar más el gallego" se da sobre todo entre los bilingües. También apuntó que esa inclinación se reduce en los hábitats de mayor densidad.

Entre las primeras conclusiones que desgranó el también coordinador del Observatorio da Cultura Galega en el CCG, está el que se produce un "acercamiento afectivo hacia el gallego al final de la adolescencia". Es decir, como explican desde el CCG, "cuanto más se acercan a la franja de los 25, mejores son los indicadores y la predisposición a hablar en gallego".

Por su parte, Xaquín Loredo destacó "la importancia de realizar" análisis como el presentado para determinar "la intervención y la planificación lingüística". Como explican desde el CCG, "lo realmente determinante para que un chico cambie su lengua está en la presión lingüística, más que en su conocimiento, la familia o el entorno".