La mujer portadora de hemofilia tiene un 50% de posibilidades de tener un hijo afectado en el caso de que sea varón y un 50% de posibilidades de tener una hija portadora, en el caso de tener una mujer. La aprobación, en 2006, de la Ley sobre Técnicas de Reproducción Humana Asistida, ha permitido a las mujeres hemofílicas romper con estos porcentajes, ya que les permiten acceder a las técnicas de elección de sexo y diagnóstico preimplantacional para tener un varón libre de la enfermedad.

En Galicia, estas técnicas se aplican a mujeres portadoras de hemofilia a cargo del Sergas, siendo la comunidad una de las primeras en conseguirlo. Laura Quintas calcula que cerca de una decena de niños y niñas, hijos de mujeres portadoras de hemofilia, han nacido en Galicia a través de estas técnicas de reproducción asistida.