Cristina Guillán Maquieira y Sara Quintana Tustain forman parte del Servicio de Ginecología del Complexo Hospitalario Universitario de A Coruña (Chuac) y desde marzo son también las caras visibles de una nueva unidad abierta en el centro hospitalario para atender determinados casos de pacientes de endometriosis, una enfermedad que afecta al 10% de mujeres en edad fértil y que se caracteriza por dolor pélvico intenso e infertilidad en el 50% de los casos. Las ginecólogas participaron a finales de abril en un chat con los usuarios de LA OPINIÓN para contestar a sus dudas en relación con esta patología que generó un importante impacto entre los internautas, ya que las expertas recibieron más de 150 preguntas y el chat se situó como el contenido más leído en esa semana.

-¿Qué incidencia tiene la endometriosis en la población?

-Un 10% de las mujeres en edad reproductiva sufren esta enfermedad benigna inflamatoria y crónica que se caracteriza por producir dolor e infertilidad, aunque no es un porcentaje exacto porque algunas de las pacientes que la padecen son asintomáticas y no se incluyen en estas estadísticas. Tenemos la percepción de que aumenta el número de casos diagnosticados, si bien no existe una causa o factor determinante. El factor hereditario puede aumentar el riesgo de padecerla en un 10%, aunque también pueden influir otros como los ambientales.

-¿Por qué se decidió abrir una unidad específica en el Complexo Hospitalario Universitario de A Coruña (Chuac) sobre endometriosis?

-Este proyecto surge porque las pacientes con endometriosis profunda requieren un abordaje multidisciplinar para el seguimiento y tratamiento de su enfermedad. Es una iniciativa que llevaba tiempo en el aire y que finalmente hemos conseguido poner en marcha con la colaboración de otros servicios. Aunque nosotras seamos la cara visible de esta unidad, este proyecto se ha podido plasmar y hacer realidad gracias a la participación de otras especialidades. Además del Servicio de Ginecología y la Unidad de Reproducción Asistida contamos con la participación de los servicios de Cirugía General, Urología, Unidad del Dolor y Radiología sin los cuales esta unidad no se habría podido llevar a cabo.

-¿Qué proceso se sigue para determinar qué casos se derivan a la unidad que se creó en marzo en el hospital de A Coruña para atender a mujeres con esta enfermedad?

-Desde Atención Primaria se debe derivar a la paciente a las consultas de ginecología y ahí se valora si se trata de una endometriosis que precise un seguimiento específico en la nueva unidad. Por regla general, se derivan aquellas pacientes en las que se sospecha que sufren endometriosis profunda, el tipo más grave e incapacitante, o aquellas que no responden correctamente al tratamiento.

-¿Cuándo se debe acudir al médico para consultar si se padece endometriosis?

-Se suele dar por hecho que el dolor va asociado a la menstruación y por eso no se suele acudir al médico. Pero hay que tener en cuenta que si se trata de un dolor que no se controla con una pauta analgésica adecuada es necesario consultar porque puede tratarse de endometriosis. Hoy en día no es posible prevenir esta patología, pero sí que se puede disminuir el tiempo de dolor que algunas mujeres soportan entre el inicio de los síntomas hasta que se le diagnostica una endometriosis. En algunos casos el diagnóstico se demora hasta ocho años, lo que puede suponer un deterioro en su calidad de vida.

-¿De qué forma se diagnostica si la paciente sufre esta dolencia?

-En las consultas de ginecología del complejo hospitalario se realiza una historia clínica en la que se valoran los síntomas y posibles factores de riesgo. A continuación se le realiza una exploración física y pruebas de imagen siendo imprescindible una ecografía transvaginal que nos ayuda al diagnóstico de una endometriosis en su variedad quística o profunda.

-¿Cómo puede variar la evolución de la enfermedad?

-La evolución de la endometriosis es variable e impredecible En su variante profunda hasta en un 50% de los casos puede ser progresiva. Debido precisamente a que se trata de una enfermedad que varía de forma distinta según cada caso, es necesario individualizar los tratamientos. Por otra parte, en mujeres asintomáticas cercanas a la edad de la menopausia, se puede realizar un seguimiento sin necesidad de tratamiento, con revisiones periódicas para controlar la evolución de la endometriosis.

-¿Cuáles son los síntomas más comunes de la endometriosis?

-Los síntomas más frecuentes son el dolor, que no responde al tratamiento analgésico habitual, y la infertilidad, que puede darse hasta en el 50% de las pacientes, porque además de la distorsión anatómica que puede producir la endometriosis, sus ovocitos son de peor calidad. Se sabe que la endometriosis genera unas mayores dificultades para conseguir un embarazo. De hecho, no en todos los casos funcionan con éxito los tratamientos de reproducción asistida.

-¿Qué tipo de tratamiento se aplica una vez diagnosticada la patología a la paciente?

-En la endometriosis, el tejido endometrial que se ha implantado fuera del útero, responde al estímulo del ciclo ovárico todos los meses, por lo que lo más aconsejable para mantener controlada la enfermedad, evitando la recidiva y la reaparición de los síntomas hasta la menopausia, es el uso de tratamientos que mantengan el ovario en reposo, es decir, sin ovulación, como son los anticonceptivos, progestágenos en forma de DIU hormonal,inyectables o la terapia con análogos. Al tratarse de una patología hormono-dependiente, con la menopausia los síntomas mejoran o desaparecen en la mayoría de los casos, pero esto puede no ocurrir en el 15%, porque ahí el dolor no obedece solo a la lesión sino que puede tratarse de un dolor patológico, persistiendo la clínica igualmente.

-¿Varía el tratamiento según el grado de endometriosis?

-Existen tres tipos de endometriosis según la localización y la gravedad: la ovárica, que causa quistes de diferente tamaño; la peritoneal, que se produce en el tejido que recubre las vísceras del abdomen; y la profunda, la forma más grave de la enfermedad, al afectar a la zona de debajo del peritoneo donde se localizan órganos vitales como los uréteres, la vejiga y el intestino. La idea es maximizar los tratamientos médicos para minimizar los quirúrgicos. La cirugía de la endometriosis, en especial la de la endometriosis profunda, es muy compleja y no exenta de riegos. Puede requerir la intervención de otros especialistas en el intestino o el sistema urinario. Por eso, siempre que sea posible se evitarán estas intervenciones y se primarán los tratamientos hormonales.

-¿En qué medida puede contribuir llevar hábitos saludables de vida a atenuar los efectos de la endometriosis?

-Hay estudios que defienden que el consumo de grasa o carne roja puede ser perjudicial. Por el contrario, una dieta baja en grasas y rica en Omega 3 y vitaminas B1 y B6 presentes en alimentos como las nueces o pescados como el salmón o las sardinas puede ayudar a reducir la inflamación y controlar el dolor, pero en ningún caso a prevenir las recidivas. También se aconseja reducir la ingesta de bebidas alcohólicas y dejar de fumar. Por otra parte, el ejercicio físico se vincula de manera positiva en el control de la enfermedad.

-¿Qué les ha sorprendido sobre la percepción de la gente sobre esta dolencia en el chat con usuarios de LA OPINIÓN?

-Hemos constatado que aún existe desconocimiento sobre la endometriosis, porque algunos internautas nos preguntaban si el dolor de espalda puede estar relacionado con la endometriosis o si puede afectar a la movilidad de las piernas, cuando ninguno de los dos son síntomas específicos de esta dolencia.