Desde el inicio de la crisis la Consellería de Sanidade se afanó en rebajar la elevada factura farmacéutica que absorbía casi un tercio de todo el presupuesto sanitario e impulsó un paquete de medidas para rebajar el gasto de las recetas que se dispensan en boticas. Y lo logró. Sin embargo, el coste de los medicamentos que se distribuyen en los hospitales está desbocado y el Sergas asume que seguirá creciendo. En los tres primeros meses de 2016 se han gastado 10,6 millones de euros más en fármacos hospitalarios que el mismo periodo del año anterior, hasta alcanzar la cifra de 79,6 millones de euros.

Por el contrario, el coste de las recetas dispensadas en farmacias se mantiene estable tras descender notablemente en los últimos años. Según los últimos datos del Ministerio de Sanidad, en los tres primeros meses de 2016 se gastaron 169,6 millones de euros, apenas un 0,8% más que el primer trimestre del año anterior.

Son, por lo tanto, los medicamentos que se distribuyen en los hospitales los que lastran la factura farmacéutica de Galicia. Aunque el envejecimiento poblacional aumenta la demanda de atención sanitaria, lo que más influye en el incremento del gasto farmacéutico en Galicia ahora mismo es la incorporación de medicamentos innovadores, que resultan más costosos, así como el tratamiento de enfermedades graves. Los fármacos para la hepatitis C estuvieron ya detrás del fuerte incremento del coste registrado en Galicia el pasado año y ahora siguen engordando la factura farmacéutica, si bien su precio se ha abaratado y ya no tienen tanto peso en el crecimiento del gasto.

Desde el Sergas atribuyen, de hecho, la subida este año de casi 11 millones de euros en lo que se abona por los fármacos a las terapias más costosas que tienen que pagar para curar enfermedades raras, patologías oncológicas o esclerosis múltiple. También se está extendiendo, según explican, el uso de tratamientos biológicos para combatir el VIH y dolencias digestivas y de reumatología.

Los fármacos que se dispensan en el hospital suelen ser los más delicados, que requieren unas condiciones especiales de conservación o aquellos en los que hace falta un mayor control sobre el tratamiento del paciente. Y son también los más caros, de ahí que el gasto farmacéutico hospitalario haya seguido aumentando, mientras descendía el de productos dispensados en boticas. Además, sobre estos medicamentos que se distribuyen en los centros hospitalarios no se ha llegado a implantar el copago que sí se aplica sobre las medicinas que se compran en farmacias.

Según los datos del Ministerio de Hacienda, Galicia es además la segunda comunidad autónoma en la que más creció el gasto en farmacia hospitalaria al cierre de 2015. La factura por los medicamentos que se dispensan en los hospitales ascendió a 475 millones de euros, lo que supone un 37% más que un año antes. Solo Baleares adelanta a la comunidad gallega por una décima, al registrar un crecimiento del 37,1%.

En enero el Ministerio de Hacienda cifraba en un 200 por cien el incremento del gasto hospitalario en Galicia. Sin embargo, la Consellería de Sanidade discrepa de esos datos. Según alegan, el pasado año entró en vigor la obligación de tramitar todas las facturas con la administración vía electrónica. Al estrenarse este nuevo sistema en la comunidad gallega se ralentizó la entrada de facturas, de manera que se registró un nivel de gasto farmacéutico por debajo de lo usual en los primeros meses debido a estos retrasos. Por esta razón, argumentan desde el departamento de Jesús Vázquez Almuiña, se registra en este mes de enero un crecimiento tan abrupto.

En cualquier caso, Galicia se ha mantenido siempre a la cabeza en gasto farmacéutico. Hacienda cifró en 1.341 millones de euros la factura total el pasado año, en la que se incluyen no solo los fármacos que se distribuyen en los hospitales, sino también los que se dispensan en farmacia con receta y los que se dan sin necesidad de prescripción médica en los propios centros sanitarios.