El papa Francisco defendió el modelo de Estado laico, con una sólida ley de libertad religiosa que permita expresar la fe en público y garantías para ejercer la objeción de conciencia.

"Un Estado debe ser laico. Los Estados confesionales terminan mal. Esto va contra la Historia. Creo que una laicidad acompañada de una sólida ley que garantice la libertad religiosa ofrece un marco para avanzar", subrayó el Pontífice en una entrevista publicada ayer por la revista católica francesa La Croix y recogida por Europa Press. Si bien advirtió de las "exageraciones" de Francia en laicidad que provienen, a su juicio, de considerar las religiones como una "subcultura".

El Papa argentino reivindicó el derecho de cada persona a mostrar en público su fe, ya sea una mujer musulmana que quiera llevar el velo - "debe poder hacerlo"- o un católico que quiere llevar colgada una cruz. También apostó por que los Estados garanticen a los funcionarios públicos la objeción de conciencia.