Es el peor momento para los estudiantes (y sus familias) porque serán evaluados de sus conocimientos y obtendrán unas calificaciones que, en ciertos niveles, determinarán su futuro, pues servirán para elegir sus estudios universitarios. Es fundamental mantener la calma y no recurrir a ningún tipo de sustancia para potenciar la memoria o dormir menos. Consulta tus dudas al médico y no te automediques.

Los requerimientos y exigencias son cada vez mayores, aunque siempre hayan sido altas. Vivimos un momento complejo en el que se cuestiona todo: los deberes, la reválida, los programas, etc. pero, especialmente, la labor de los profesores. No es justo que sean considerados los culpables de todo lo malo que ocurre en el aula. Son profesionales cualificados que llevan a cabo una difícil e importante función y precisan el apoyo social, no sus críticas constantes.

Ahora lo que interesa a todos los implicados es que ha llegado el momento de realizar los exámenes y recibir las calificaciones pertinentes. En función de tu edad, sea cual sea el examen al que te vas a enfrentar, hay una serie de consejos generales que resultan útiles en todos los casos. Proponemos:

1. Duerme bien. Robar horas al sueño para poder estudiar más tiempo es un error que sólo te perjudica. Es imprescindible llegar a la fase REM del sueño para que el cerebro se recupere completamente. Además, dormir poco afecta a la memoria, lo que no te permitirá recordar lo que has estudiado y te perjudicará cuando te examines.

2. Haz ejercicio. Te ayudará a despejar la mente y oxigenar tu organismo. Practica el deporte que más te guste y procura caminar un rato todos los días. No lo consideres una pérdida de tiempo porque es todo lo contrario; esa hora que dedicas al deporte te permitirá afrontar el estudio con mayor energía y provecho.

3. Cuida tu alimentación. No debes excluir ningún alimento de la pirámide nutricional para poder integrar todos los nutrientes necesarios para tu organismo. Tampoco olvides beber, porque es imprescindible mantener la hidratación adecuada. A nivel cerebral y de la memoria, los ácidos grasos omega 3 y 6 son fundamentales para ti. Incluye pescado azul, aceite de oliva, pipas, chocolate, etc. para alcanzar niveles adecuados.

4. Mejora tu concentración. Tu cerebro necesita centrar su atención en una actividad concreta. Para lograrlo, deberías planificar períodos intermedios de descanso (5 minutos cada hora de estudio, por ejemplo) en los que te dediques a recuperar la energía que has consumido estudiando (el cerebro se nutre de glucosa y oxígeno mientras está trabajando).

5. Controla los nervios. Pueden estropear tu trabajo si te agobias estudiando o acudes al examen muy nervioso, porque tu rendimiento será menor que si lo haces tranquilo. Los nervios exacerbados provocan síntomas variados (dolor de barriga, diarrea, dolor de cabeza, etc.) que te perjudicarán a la hora de exteriorizar todo lo que sabes. Relájate haciendo lo que mejor te funcione (respiración, tocar la guitarra, bailar, etc.)

6. Prepara tu zona de estudio. Para que todo funcione debes estar cómodo: una mesa amplia y ordenada, una silla adaptada, la luz adecuada, el material que necesitas, etc. son claves para que tu rendimiento sea óptimo.

7. Aprovecha el tiempo. Si te pones a estudiar olvídate de todo lo demás. No mires el móvil, apaga la música, no hables por teléfono, etc. Lo importante es que no te distraigas y te dediques a lo que debes hacer en ese momento: concentrarte y estudiar.

8. Gestiona tu día. Organiza los temas dándoles la importancia que se merecen. No dejes nada "porque no es importante" pero prioriza lo que los profesores hayan destacado. Procura cumplir un horario en el que incluyas todo lo que es necesario para mantenerte sano: comer, dormir, descansar, hacer ejercicio, etc. Seguro que te da tiempo a hacerlo todo si elaboras un horario y lo cumples.

9. Cuida tus ojos. Seguro que percibes sensaciones incómodas que se deben a la enorme actividad desplegada ante los libros o las pantallas de ordenador. Relaja la musculatura ocular cambiando la visión (de cerca a lejos), parpadea, apaga el ordenador si no lo estás utilizando, etc. Ante cualquier duda, consulta a tu oculista.

10. Piensa en positivo. Plantéate que puedes hacerlo bien y no temas quedarte en blanco. Mentalízate de que te has esforzado lo suficiente y que te lo sabes y serás capaz de hacerlo. Evita los miedos infundados que únicamente sirven para paralizarte.