-¿Es frecuente la aparición de brotes de enterovirus?

-El enterovirus no es un único virus sino que podemos hablar de tres o cuatro grandes grupos, dentro de los que hay diferentes subtipos y cada uno con sus características, pero sí, los enterovirus son algo de toda la vida, algo frecuente que los pediatras conocemos desde hace mucho tiempo.

-Pero no suelen ser tan graves como el brote de Cataluña...

-Normalmente los que solemos tratar causan problemas leves. Un caso frecuente es la llamada enfermedad de boca-mano-pie, una dolencia que provoca vesículas en estas zonas del niño y que está causado por un enterovirus.

-¿Cuáles son los síntomas?

-Son virus que causan problemas digestivos, gastrointestinales, pero que también pueden provocar fiebre sin foco aparente, crisis asmáticas o problemas respiratorios y algunos grupos pueden llegar a causar problemas neurológicos como encefalitis, meningitis, periocarditis o incluso daños medulares como hacía la polio.

-¿Pueden confundirse con un simple resfriado?

-Al principio sí, por eso los padres deben estar muy alerta sobre cómo evoluciona el niño y sobre todo si notan torpeza motora, rigidez en la nuca o cualquier otra complicación deben acudir al médico ya que en algunas variantes puede provocar incluso parálisis de ciertas zonas.

-¿Cómo se transmite?

-Por una parte, por transmisión fecal-oral al tener contacto con las deposiciones y no seguir una higiene adecuada o cuando afecta a las vías respiratorias por transmisión aérea como la gripe. Por ello, ante un cuadro de fiebre, hay que evitar llevar a los niños a la guardería.

-¿Por qué surge ahora esta variante más agresiva del virus en Cataluña?

-Esta variante ya estaba ahí, ya se conocía. Ya había habido un brote en Estados Unidos y se sabía que había la posibilidad de que estos enterovirus afectasen también a las vías respiratorias o a nivel neurológico y llegasen a España. De hecho, la Sociedad Española de Pediatría tiene constancia de que en enero hubo el primer caso del D68 en Zaragoza. Por qué hay más afectados justo ahora por estos virus deberán investigarlo los epidemiológicos. Lo que está claro es que primero hay un afectado que lo trae, que es la puerta de entrada para que haya más contagios.

-Si el contagio es directo, ¿no hay riesgo de que llegue a Galicia?

-No debería. Para impedir el contagio hay que evitar el contacto con los enfermos, extremar el lavado de manos, impedir que los niños toquen cosas como los juguetes de niños enfermos y no llevarlos al colegio si tienen fiebre o cuadros respitarios.

-¿Cómo se controla la expansión del virus?

-Al tratarse de un virus sólo se puede tratar la sintomatología. Se procede al aislamiento si es necesario, a vigilar a los contactos, etc.