El reportero y deportista Miguel de la Quadra-Salcedo falleció en la madrugada del jueves en su casa de Madrid a los 84 años, según fuentes cercanas a la familia. Este aventurero llevaba el periodismo en sus venas. Era un apasionado del Amazonas, de América, un libro abierto y sin numeración, porque sus conversaciones no tenían fin, y esa pasión la transmitió a miles de jóvenes que participaron en su gran proyecto, la Ruta Quetzal.

Nacido en Madrid el 30 de abril de 1932, se instaló muy pequeño con su familia a Pamplona, donde estudió la carrera de perito agrícola y destacó desde muy joven como deportista, en especial en atletismo, donde llegó a ser récord mundial de jabalina en 1957 con un lanzamiento de 91,82 metros. En 1960, tras participar en los Juegos Olímpicos de Roma, abandonó el deporte de competición y probó suerte en América con un trabajo como profesor de educación física en Chile, como guía turístico en el Amazonas y como colaborador del Museo Antropológico de Bogotá. En 1963 volvió a España y en 1964 empezó a trabajar como reportero para TVE. Fue pionero en la televisión nacional al ser nombrado en 1967 primer delegado de TVE en Sudamérica y trabajó en el programa mensual A toda plana. Y en los años 70 formó parte del primigenio grupo de reporteros que contaron en España los sucesos más relevantes del siglo XX, como Jesús González Green, Alberto Vázquez-Figueroa o Enrique Meneses.

De la Quadra-Salcedo reportero y entrevistador se colocó en esa época frente a personajes de la talla de Pablo Neruda, Indira Gandhi, Salvador Allende, Yassir Arafat y el Dalai Lama en espacios como Los reporteros, El mundo en acción y Primera página. Otros de sus programas fueron Españoles en el Pacífico (1980) y Un nueva aventura (1981), aunque el más popular fue A la caza del tesoro (1983 y 1984), presentado por Isabel Tenaille, en el que se desplazaba en helicóptero por algún lugar del mundo siguiendo las instrucciones de un concursante que se hallaba en Madrid.

En 1979, por sugerencia del rey Juan Carlos con el objetivo de consolidar los cimientos de la Comunidad Iberoamericana entre la juventud, realizó su primera expedición por el Amazonas, proyecto que retomó con la celebración de un viaje anual desde 1985.

Fomentar el conocimiento de la historia compartida a ambos lados del Atlántico fue el objetivo de América-92 y Aventura-92, génesis de la Ruta Quetzal que si inició en 1993, y que desde el año 2000 cuenta con el patrocinio del banco BBVA.