Un año más, la final de la Champions League se convirtió en uno de los eventos más vistos del año. Celebrada el pasado sábado entre el Real Madrid y el Atlético de Madrid, el encuentro logró reunir frente a las pantallas de Antena 3 a casi 9,5 millones de espectadores, traduciéndose en un 57,3% de cuota de pantalla.

Estos resultados crecieron todavía más durante la tanda de penaltis que rompió la igualdad y declinó la balanza en favor del equipo merengue. Así, hasta un total de 11,6 millones y 62,3% siguieron los tiros desde los once metros.

Estas cifras sitúan a la tanda de penaltis como la emisión más vista del año, imponiéndose así a las rondas previas a la final, las cuales fueron ganando en interés marcando récords semana tras semana. Con estas cifras no es de extrañar que el minuto de oro de la jornada se registrase durante los penaltis, donde a las 23.34 horas hasta un total de 12, 1 millones de espectadores estaban frente al televisor, anotando un 64,6%.

Estos resultados se traducen en una mejora de más de 2,7 millones de espectadores y 9,6 puntos de share respecto a la final de 2015, en la que el FC Barcelona se proclamó vencedor frente a la Juventus. Los datos, en cambio, no superan a los cosechados por la final de 2014, en la que curiosamente los mismo equipos repitieron encuentro. El récord de la final de la Champions League fue en el 2000, una final entre el Real Madrid y el Valencia que sedujo en TVE a casi 11,5 millones de personas.