La quinta edición del Festival Primavera do Cine dedicado al cine en gallego y lusófono se clausuró ayer con una gala en la que se entregaron los premios a las cinco categorías y no faltaron la música, el humor y, por supuesto, la pasión por el cine.

Frankestein-04155 (2015), de Aitor Rei, un documental sobre la tragedia ferroviaria de Angrois, consiguió el premio al mejor largometraje gallego. Los condicionantes que influyeron antes y después de la puesta en marcha de la línea Ourense-Santiago, donde se produjo el descarrilamiento provocando 80 muertes y 144 heridos, así como el peso del modelo Alvia S-730, centran esta película, que fue impulsada por la plataforma de víctimas y financiada a través de aportaciones de particulares mediante una plataforma de crowdfunding. El tema de la cinta estrenada el pasado octubre -justo cuando el juez instructor dio carpetazo al caso con la única imputación del maquinista- vuelve a saltar a la actualidad después de que la semana pasada la Audiencia provincial de A Coruña ordenase reabrir la investigación sobre las causas del accidente.

Por otra parte, el mejor largometraje lusófono -elegido como el resto de los premios por votación popular- resultó O Heroi (2004), de Zézé Gamboa, una obra de ficción sobre la vida de un refugiado desplazado por la guerra. En el apartado de cortometrajes, el galardón a la mejor cinta gallega se lo llevó el ourensano Rubén Riós por su trabajo Vida (2013), protagonizado por actores con diversidad funcional. Como mejor cortometraje lusófono fue premiado Pronto, Era Assim (2015), de Joana Nogueira y Patrícia Rodrigues, una cinta de animación sobre los recuerdos de seis ancianos. Por último, el premio al mejor videoclip se lo llevó Mar de Fondo, de Lara Capeáns y con música del grupo Mar de Fondo, un galardón que entregó el músico Tony Lomba. La clausura comenzó con el espectáculo STRPTS (estriptis), una inquietante performance de Cinema Sticado, creada en vivo y en directo sobre el escenario y retransmitida en tiempo real y en una gran pantalla. Una trama de sexo, corrupción, asesinatos y persecuciones para comenzar "de cine" la gala.

La única proyección de la noche fue la de O velho do restelo, cortometraje de Manoel Oliveira, el más importante director portugués en la historia del cine, que fue presentado por el director del Instituto Camôes, Joâo Ribeirete. En este filme-ensayo, Oliveira da voz a sus artistas ibéricos favoritos: Luis de Camôes, Cervantes (transfigurado en el Quijote), Camilo Castelo y Teixeira de Pascoaes. Los cuatro genios se reúnen en un jardín del siglo XXI para reflexionar sobre sus obras y otros temas de índole filosófica. El premio honorífico de esta quinta edición recayó en la labor de Pallasos en rebeldía, un colectivo impulsado por el Festiclown.