Cuatro de cada diez personas preferirían ser atendidas en su propio hogar por la familia y servicios profesionales públicos y privados si fueran dependientes, mientras que tan solo a un 4,5% les gustaría vivir en casa de algún hijo si necesitasen ayuda. Son datos de un estudio basado en una encuesta realizada en internet a 4.784 personas mayores de edad en abril de 2015, de ellas 1.088 profesionales relacionados con el envejecimiento, y presentada ayer por Obra Social la Caixa y Matia Instituto Gerontológico. Los encuestados, de toda España, se concentran en Cataluña, Madrid y Comunidad Valenciana. Un 66,8% de los no profesionales están jubilados, prejubilados o son pensionistas.

Lo que más les inquieta a los encuestados, en caso de convertirse en dependientes, es la pérdida de autonomía (34,2%) y ser una "carga" para los demás (27,5%), además de no poder decidir sobre la propia vida (15,9%).

Si necesitasen apoyo afectivo, la familia es la preferida por el 87%, seguida por personas voluntarias (78,2%) y los amigos y vecinos (72,3%).