Los museos del Louvre y de Orsay en París se vieron obligados ayer a trasladar sus obras almacenadas en los sótanos a un lugar seguro ante la continuada crecida del río Sena, que se ha desbordado en algunos puntos y cuyo caudal podría llegar a los 6,50 metros de altura, según las últimas previsiones. Las dos pinacotecas estuvieron cerradas durante todo el día con el fin de permitir el traslado de las obras que podrían verse afectadas en caso de que el Sena se salga de su cauce, ya que ambos edificios se encuentran a orillas del río. La última vez que las aguas del río alcanzaron los seis mestros fue en 1982, mientras que en 1910 alcanzaron los 8,6 metros.

"En el caso de los museos, aunque afortunadamente no se ha inundado ninguno de los almacenes todavía, existe un proceso automático por encima de los 5,50 metros (de altitud del agua) para trasladar las obras que están en los sótanos más profundos a un lugar más elevado", explicó el teniente de alcalde de la ciudad, Bruno Julliard.

En el caso del Orsay, sus responsables han anunciado que permanecerán cerrados hasta el martes para poder trasladar las obras en peligro mientras que el Louvre todavía no ha concretado cuando volvería a abrir sus puertas. Por su parte, el centro de exposiciones del Grand Palais y el Palais de la Découverte cerraron ayer sus puertas al público de forma preventiva e indefinida ante la crecida del río.

Un funcionario del Grand Palais explicó que el cierre, que era efectivo desde las 14.30 locales (12.30 GMT), se había decidido "como una medida preventiva por los riesgos de inundación" ante la crecida del Sena. El empleado añadió que la medida tiene carácter "indefinido, hasta que la dirección no disponga que es seguro" reabrir las instalaciones. Actualmente se llevan a acabo allí las exposiciones Carambolages, Amadeo de Souza Cardoso, Seydou Keïta, La tierra, el fuego, el espíritu y Monumenta.

La crecida también obligó a cerrar varias líneas de metro.