El Tribunal Europeo de Derechos Humanos rechazó ayer por mayoría la denuncia presentada contra España por una madre gallega de 46 años, sin contacto en los últimos siete años con dos de sus seis hijos, nacidos en 2004 y 2006, dados en acogida por los servicios sociales. Los tres hijos mayores de la demandante, que residía en Vilalba, viven con su padre, de quien la mujer se separó, mientras que la más pequeña nació en 2010, cuando la madre se trasladó a Portugal.