La ONG Médicos Sin Fronteras renunció ayer a los fondos que aportan la Unión Europea y sus países miembros a la organización en protesta por la "dañina política migratoria" que han puesto en marcha. Desde la Comisión Europea, sin embargo, quisieron minimizar el impacto de esta decisión al asegurar que en 2015, la ONG solo recibió 15 de los 1.500 millones de euros del presupuesto comunitario destinado a la ayuda humanitaria, "un 1% del total".