El tratamiento para los pacientes con el virus de VIH es para toda la vida. Para mantener el virus a raya es necesario que cada día tomen medicamentos antirretrovirales. Ahora, una investigación de científicos estadounidenses avanza una fórmula para que los portadores del virus puedan hacer hasta cinco meses de descanso del tratamiento y retomarlo después sin que su estado se agrave. Un estudio del grupo liderado por el investigador Michel C. Nussenzweig, experto en inmunología y biología molecular, del Instituto Médico Howard Hughes de la Universidad Rockefeller de Nueva York, demuestra que gracias a una inyección mensual de un anticuerpo llamado 3BNC117 a pacientes con VIH que dejan los antirretrovirales, se consigue que el virus no se active durante un periodo de entre dos y cinco meses. Los investigadores documentan los casos de 13 pacientes que lograron descansar del tratamiento cinco meses al recibir cuatro inyecciones de este anticuerpo.

"Estos investigadores utilizan un anticuerpo neutralizante de amplio espectro que se dirige contra variantes diferentes del VIH. Según sus resultados, retrasan hasta casi cinco meses el rebote del virus por lo que aumentan mucho el tiempo de descanso para el paciente. Hace años se utilizaba mucho la técnica de dejar descansar al paciente del tratamiento con antirretrovirales, pero se abandonó porque el virus que rebotaba era más resistente que el que ya tenía previamente, con lo cual había que darle fármacos más potentes. Con este anticuerpo, el virus que rebota no tiene más resistencia que el que estaban tratando antes y, en teoría, podrían seguir con el mismo tratamiento", explica el experto en microbiología, el gallego Benito Regueiro, que califica el estudio como "una buena noticia". "Esto abre la puerta a que en el futuro los tratamientos no tuviesen que ser necesariamente crónicos", apunta.

Cinco meses puede parecer poco tiempo, pero Regueiro explica que, ahora mismo, lo único que podría descansar un infectado por VIH serían días, y estaría exponiéndose a empeorar porque aparecen variantes resistentes del virus que vuelven a producir la infección en cuanto se dejan los antirretrovirales. "Como los tratamientos de infecciones por VIH son crónicos, lo más difícil es lograr que el paciente los cumplimente correctamente, para mucha gente es difícil. Con periodos de descanso más largos los pacientes podrían cumplimentarlos mejor", sostiene Regueiro. Un seguimiento correcto del tratamiento aumenta la esperanza de vida.