El hecho de que los jóvenes continúen viviendo con sus padres traspasada ya la treintena está transformando las pautas tradiciones de las relaciones entre padres e hijos, según el sociólogo Joffre López. "Antes eran generaciones más jerárquicas y hoy son más flexibles", argumenta el sociólogo, que recuerda que prácticamente un 40% de la población menor de 34 años aún vive con sus padres.

Además, hoy nada es definitivo. "Antes, cuando un hijo se marchaba de casa era para siempre. Hoy puede que vuelva al cabo del tiempo. La emancipación no es ya una cosa lineal, sino que según las condiciones laborales, sociales y personales tiene idas y venidas, con lo que todo es mucho más incierto", explica.

El sociólogo también reconoce que a la fragilidad laboral y la dificultad para acceder a una vivienda hay que sumarle el factor cultural, ya que en España lo habitual continúa siendo que el joven deje la vivienda familiar para formar la suya propia. "Poca gente se emancipa solo, lo hace formando pareja, con o sin hijos, aunque ahora están aumentando otro tipo de hogares, que engloba los de gente que comparte piso", afirma.