El inmunólogo colombiano Manuel Patarroyo, responsable de la primera vacuna contra la malaria, ha criticado el funcionamiento de las multinacionales farmacéuticas porque realizan donaciones a las universidades donde se están haciendo investigaciones y con esas ayudas tienen acceso de lo que se denomina "primera alternativa".

"Donan varios millones de dólares y tienen la prioridad para cualquier producto que desarrollen las universidades, lo cual, vale muchísimo más que los millones que donan. Es una actitud muy lista de tener acceso, de primera mano, a la información científica, y eso es una equivocación marcada de todos nosotros. Tienen el control porque se quedan con las patentes; tienen toda la ventaja para ganar", sentencia el especialista en inmunología.

Patarroyo ha indicado que la principal fuente de financiación de la investigación biomédica viene de fondos públicos, el 70%, de manera que los fondos privados, dentro de los cuales están las compañías farmacéuticas, son una pequeña parte.

Sobre la malaria, señala que sigue afectando a un gran número de individuos en los países en vías de desarrollo. El año pasado, por ejemplo, afectó a entre 120 y 200 millones de personas, de los cuales hubo 600.000 muertos, fundamentalmente, niños menores de cinco años en el África subsahariana, "por lo que sigue siendo un gran problema de salud pública en el mundo", destaca Patarroyo.

Por este motivo, y aunque tomara la malaria como modelo, su objetivo son las vacunas, "en plural". "Lo que hemos venido haciendo es buscar una metodología lógica, racional, para desarrollar cualquier vacuna a través de la química", añade el científico.

Manuel Patarroyo insiste en que el mejor método para prevenir las enfermedades "siguen siendo las vacunas porque, en esencia, lo que hacen es alertar al sistema inmune para que cuando llegue el enemigo, lo detenga", y señala que medidas como el uso de mosquiteros impregnados con insecticida, fumigaciones, terapias o diagnósticos tempranos son "medidas heroicas".