Tras mucho tiempo esperando, por fin es tu momento. Seguro que tienes muchos planes que no pasan únicamente por hacer un viaje fantástico o gastar mucho dinero. Lo importante es descansar mente y cuerpo y que no se transformen en un motivo más de estrés?. pues ¡ya tenemos demasiado!

Es importante que prepares bien tu maleta, lleves un botiquín de viaje, realices un desplazamiento seguro, etc. pero, sobre todo, es fundamental que reestructures tu mente. Así evitarás que "al dejar de ser productivo", tu tensión emocional y física alcancen límites insoportables que te impidan disfrutar del descanso. Para quienes se sienten así queremos recordarles que vivir no es solo producir, ganar, trabajar, controlar, sino que también es disfrutar, relacionarse, pensar, modificar hábitos, etc.

Los especialistas reconocen que son muchas las personas incapaces de salir de su rutina y que las variaciones (aunque sean lúdicas) les generan un estrés que no son capaces de asumir y se sienten mal cuando modifican sus hábitos. Está demostrado que se cambian muchas cosas tanto a nivel físico (estreñimiento porque no se va al baño a la hora habitual, por ejemplo) como psíquico (irritabilidad por no tener la agenda completa).

Las recomendaciones pasan por ver como algo positivo el simple hecho de salir de esa rutina que nos envuelve, tener tiempo libre para no hacer nada más que lo que te apetezca, poder pensar en uno mismo, reunirse con amigos a los que hace tiempo que no vemos, disfrutar de nuestra familia, reducir el consumo de sustancias estimulantes (cafeína, tabaco, etc.), apagar el ordenador y el móvil, desconectar del trabajo diario (sea cual sea), etc.

Nuestros consejos se centran en:

-Escoger el lugar que más nos apetezca para pasar esos días. No tienes que buscar algo exótico o que esté de moda. Opta por lo que de verdad quieres hacer donde haya actividades que te gusten, museos que desees visitar o paisajes interesantes.

-Piensa en tus acompañantes. Si viajas en familia o con amigos, es muy conveniente que decidáis juntos lo que queréis hacer para que no se generen tensiones antes de salir de casa. Intentad poneros de acuerdo y, si odias ir a la playa y este año te toca, sácale partido y no te recrees en la sensación de que lo pasas mal porque tú no querías ir allí.

-Organiza tus actividades. Haz muchas cosas? o ninguna. Piensa que no es obligatorio subir una montaña, hacer escalada, acudir al baile del hotel, o lo que sea. Si tienes interés por algo concreto puede ser un buen momento para hacerlo, pero no lo veas como una imposición, sino como algo deseable que te va a hacer disfrutar.

-Olvídate del reloj. Salvo casos concretos, no tienes que poner el despertador para levantarte a la misma hora que durante el período laboral, o comer como siempre y cenar como en casa. Es tu momento y tú te planificas.

-Deja el trabajo en casa. No pienses en lo que dejas sin hacer (ya sea comprar los uniformes y los libros, cerrar un contrato millonario, lavar las cortinas, etc.) porque te generará tensión. Cuando vuelvas estarás preparado para hacer lo que sea que tienes pendiente, no te preocupes.

-Desconecta. No enciendas el ordenador o el móvil para hablar de temas relacionados con el trabajo. Lo mejor sería que lo dejaras en casa pero, si es imprescindible para ti, llévalo y procura no encenderlo para seguir controlando lo que dejas atrás.

-Piensa. Pero en ti mismo, en lo que quieres, deseas, necesitas o te hace feliz. Si quieres cambia algo que no te gusta o recupera a alguien de quien te has separado. No es necesario que hagas un planning completo pero sí que aproveches el momento y tu estado mental positivo para tomar decisiones o esbozarlas.

-No dejes de tomar tu tratamiento porque para él no hay vacaciones. Si estás medicado por alguna enfermedad crónica (hipertensión, por ejemplo), no puedes dejarlo salvo indicación de tu médico.

-Continúa con tus pautas sanitarias. No puedes dejar los hábitos señalados por tu médico: si eres diabético, olvídate del azúcar; si comes sin sal, no te saltes esa indicación, etc. No aproveches las vacaciones para caer en tentaciones insalubres. Cuídate.

Cualquier duda debe ser consultada a un especialista. Esta recomendación no significa que estés enfermo, sino que puedes necesitar ayuda para aceptar los cambios y disfrutarlos o para descubrir algún problema subyacente si eres incapaz de desconectar de la rutina. Anímate y acude a tu médico; coméntale lo que te sucede y sigue sus pautas sean las que sean (puede indicarte que consultes a un psicólogo, por ejemplo).