Es una idea estupenda que suele provocar mucha ansiedad a los padres porque se plantean infinidad de preguntas, no solo sobre el destino, sino también durante el desplazamiento. No renuncies a hacer un viaje por temor al trayecto, pues no tiene que resultar tan complicado como a priori pueda parecerte. Todo irá bien si lo planificas en función de los viajeros adaptando el itinerario a sus necesidades y edades respectivas. No puedes controlarlo todo, pero sí la mayor parte de las circunstancias asociadas al desplazamiento. Organiza tu viaje y que nada te lo amargue.

En lugar de pensar en la incomodidad que supone "llevar a los niños", piensa en lo que disfrutaréis todos juntos, lo que aprenderán, lo importante que es para su formación, etc. No te plantees problemas que no tienen por qué presentarse; simplemente organiza tu viaje teniendo en cuenta lo que vais a hacer, el lugar de destino, el medio de transporte, etc. Seguro que todo sale bien y el placer del viaje te hace olvidar todos los "problemas" que te has planteado antes de hacerlo y los que puedan presentarse (si eso ocurre).

Algunas de estas recomendaciones son generales y puedes aplicarlas a cualquier medio de transporte; otras son más específicas y centradas en los desplazamientos en coche. Te proponemos:

-Controla el ambiente. Si viajas en coche, que no haga mucho calor? pero tampoco te pases con el aire acondicionado.

-Entretenimiento adecuado y variado. Cuentos, música, películas, etc. resultan una buena opción. Si son varios, pueden disfrutar juntos con juegos tradicionales como las palabras encadenadas que, además de entretenerlos, les animará a pensar.

-Mantener una hidratación adecuada. Es fundamental para todos, pero especialmente para los niños si realizas el viaje cuando la temperatura ambiental es alta. Lo mejor es que beban agua, pero no hay que descartar los zumos sin azúcar añadido, por ejemplo.

-Horarios adecuados. Si tienes que desplazarte en coche durante muchas horas, elige el mejor momento para hacerlo. Aprovecha la noche o la hora de la siesta porque los niños podrán ir durmiendo muy tranquilos.

-Organízate bien. No lo dejes para el final porque te puedes olvidar de alguna cosa imprescindible. Elabora una lista general reutilizable y vete señalando lo que llevas en cada ocasión, ya que no es lo mismo ir a casa de unos parientes, a un hotel en la playa o a una casa de turismo rural.

-Elabora un botiquín de viaje. Consulta a tu médico e incluye todo lo necesario para garantizar un viaje sin sustos. Pregunta las normas si vas a volar porque la legislación es muy clara en ese sentido.

-Haz las paradas apropiadas. No intentes hacer el viaje sin hacer ninguna pausa aunque te parezca que es poco tiempo el que te va a llevar el desplazamiento. Los expertos recomiendan que los viajes con niños pequeños no duren más de seis horas y que las paradas sean en intervalos de, como máximo, dos horas.

-Prepara las comidas. Llevar lo necesario en el coche puede resultar una buena idea, pero no debes elegir alimentos que se estropeen y utiliza una nevera para su transporte.

-Sigue las normas de seguridad. Además de ser obligatorias, salvan vidas. Coloca a los niños en las sillas adecuadas a su edad y abrocha los cinturones. No están incómodos? están seguros.

Si el desplazamiento es en avión, adáptate a las características específicas que las compañías de transporte señalan. No podrás introducir determinados elementos en la cabina y debes consultar con la agencia de viajes lo que está permitido y lo "prohibido". En función de la edad y del tiempo que dure el vuelo, elabora una lista con los elementos necesarios para que no les resulte demasiado pesado y permanezcan entretenidos. Libros, vídeos, móviles, etc. pueden ser la mejor opción para disfrutar del trayecto y se mantengan ocupados durante la mayor parte del tiempo.

No renuncies a tu viaje por temor a que a los niños les vaya a ir mal. Plantéatelo en positivo y expulsa todos tus miedos. Habrá momentos mejores que otros, pero como en casa. Seguro que aprovecharán bien el tiempo, aprenderán mucho, establecerán nuevas relaciones y recordarán con ilusión todo lo que hayan vivido. Es importante elegir bien el destino para evitar problemas de salud relacionados con la comida o el agua, por ejemplo. Consulta a su pediatra todas tus dudas.