El Consejo de Ministros aprobó ayer el decreto por el que se regulan las evaluaciones finales de Educación Secundaria Obligatoria (ESO) y de Bachillerato de la Ley Orgánica para la Mejora de la Calidad Educativa (Lomce), que se aplicarán el próximo curso 2016-2017. Ambas serán obligatorias para obtener el título de la etapa y la de Bachillerato servirá también para acceder a la Universidad. "De esta manera se garantiza la seguridad jurídica y la igualdad de oportunidades en todo el territorio nacional de los estudiantes que a partir del año que viene se examinen de los nuevos currículums establecidos en la Lomce", afirmó la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros, donde ha defendido que "en la mayoría de los países de la OCDE y la Unión Europea existen pruebas estandarizadas al final de las etapas educativas".

Según dicho decreto, los alumnos de 4º de la ESO que suspendan las dos convocatorias establecidas por curso para la evaluación final de ESO y quieran estudiar algo el año siguiente, solo podrán matricularse de Formación Profesional Básica. Esta modalidad de la Lomce está dirigida a alumnos de entre 15 y 17 años que solo han superado el primer ciclo de la ESO, es decir, hasta 2º. Así lo confirmaron fuentes del Ministerio de Educación en relación con aquellos estudiantes que, habiendo aprobado el último curso de la ESO, no pueden continuar sus estudios en FP de grado medio ni Bachillerato por no contar con el título que se obtiene con la superación de la evaluación externa. La Federación de Asociaciones de Directivos de Centros Públicos lamenta que Educación no haya subsanado "el limbo" en el que se van a encontrar los jóvenes que no aprueben y alertan del aumento de la tasa de fracaso escolar.